El histórico líder piquetero Raúl Castells irrumpió en un supermercado de la ciudad santafesina de Rosario para reclamar comida en el marco de la delicada situación económica y social que atraviesa la Argentina, con un dólar que alcanzó su máximo récord al superar los $300 y una inflación sin freno.

En las imágenes se ve al referente del Movimiento Independiente de Jubilados y Desocupados (MIJD), en una sucursal de Coto a los gritos, metodología que hizo recordar a lo ocurrido en 2001, cuando en distintos lugares del país se realizaron aprietes y saqueos a estos comercios. En esta ocasión, el dirigente estaba acompañado por unos 150 militantes de su espacio.

 “Le pedimos a los empleados de seguridad de Coto que llamen a sus gerentes, porque el objetivo no es perturbar al supermercado, sino reclamarle al Gobierno nacional que alguien tiene que prestar atención ante la necesidad y la miseria que hay”, afirma a los gritos al llegar.

El episodio se calmó tras la llegada de funcionarios del área de Desarrollo Social santafesina, quienes pautaron una reunión para el miércoles para deliberar al respecto.

Tras la polémica, Castells dialogó con distintos programas radiales. “Nuestro movimiento nunca ha llamado a los saqueos. Hemos pedido que ayuden a mantener los comedores. Le reclamo a las cadenas de hipermercado que tienen niveles de ganancias”.

En ese sentido recalcó que "no hubo saqueo, no hubo extorsión”. Sino que “se está llamando la atención” porque “no se puede aceptar que el Gobierno empuje a los saqueos”, indicó en referencia a las medidas económicas adoptadas por la administración de Alberto Fernández, a quien meses atrás, el propio piquetero le pidió su renuncia al cargo de Presidente.

Más tarde se quejó de que “el Gobierno decidió que se suspendan las comidas en los comedores”. “Es la primera vez que desde el Estado nos dicen que no entregarán los alimentos. Alguien tiene que prestar atención a la miseria que hay", sentenció Castells. (NA)