Especialmente desde que rodó Thelma y Louise con su admirada y nada pusilánime amiga Susan Sarandon, Geena Davis ha bregado por el lugar de la mujer en la industria. A un tema de género que supo calificar de “vergonzoso” en un festival
donde promocionaba su documental This changes everything -que justamente aborda esta desigualdad- sumó otro que, no mucho más tarde, sufrió en carne propia. La actriz de 67 años que fue una de las favoritas en los ’80 y ’90 (en 1988 ganó un Oscar por El turista accidental) no creía que iba a ser uno de los ejemplos de la famosa “cancelación debido a la edad” contra la que se han manifestado varias de sus colegas. Y lo peor es que eso comenzó a suceder cuando recién transitaba los 40 años. Sin pensarlo dos veces, levantó la voz y lo sumó a su
activa cruzada. “Cuando empecé oía esas historias de que a los 40 dejaban de llamarte. Pero justo en ese momento a mí me estaban entrando papeles gigantes, así que pensé: bueno, obviamente esto no me va a pasar a mí. Así que fue chocante darme cuenta de que sí. Me sorprendió y me rompió el corazón. Lo sentí como una
jubilación forzosa”, fueron las palabras de Virginia Elizabeth Davis, a quien la situación le resultaba “inverosímil”. “Fue increíblemente doloroso”, confesó la artista,
que aún hoy con menos pantalla, sigue luchando a capa y espada para que al menos
las próximas generaciones no tengan que pasar por lo mismo.
Looks
Geena saltó al estrellato de la mano de su rol como Thelma, a comienzos de los ’90; y se convirtió en un modelo de mujer que ella misma compró y que muchas siguieron.
