La Plaza del Congreso será reabierta al público ‘antes de fin de mes‘ con una mayor superficie de espacios verdes, la recuperación de los senderos originales y la restauración de las fuentes y los monumentos de la época de la inauguración, en 1910, informaron por estos días voceros de Ambiente de la ciudad de Buenos Aires.
Las obras demandaron una inversión de 59 millones de pesos y apuntaron a poner en valor el conjunto de las tres plazas ubicadas entre Rivadavia, Entre Ríos, Hipólito Yrigoyen y Roque Sáenz Peña (Lorea, Mariano Moreno y del Congreso), de modo de recuperar el espacio, tanto a nivel barrial como institucional.
‘El proyecto complementa los trabajos que venimos realizando en toda la ciudad, siempre pensando en mejorar la calidad de vida‘, indicó Eduardo Macchiavelli, ministro de Ambiente y Espacio Público porteño.
Entre la multiplicidad de obras, la más impactante tiene que ver con el reemplazo de las históricas piedras color ladrillo por césped. Se ganaron 4.100 metros cuadrados de superficie verde en la Plaza Congreso, en el entorno de la fuente y los canteros laterales sobre Yrigoyen y Rivadavia, y 620 metros cuadrados en los canteros centrales de plazas Mariano Moreno y Lorea.
Paralelamente, para mejorar la comunicación peatonal entre las plazas, se niveló a la altura de la vereda la calle Virrey Ceballos y se recuperó la traza original de senderos, bordes de veredas y canteros.
También se unificaron los modelos y alturas de las rejas que protegen monumentos y canteros; renovaron el mobiliario urbano e iluminación; plantaron árboles en las planteras laterales de Rivadavia e Yrigoyen según el plan maestro; y se ampliaron los patios de recreación para chicos, con nuevos juegos inclusivos.
Las obras incluyeron la restauración de estatuas y fuentes de la Plaza, mientras que las esculturas de Alfredo Palacios y de la poesía Tráfago de Baldomero Fernández Moreno fueron reubicadas.
La reforma de la Plaza forma parte de las obras de revalorización del Eje Cívico, comprendido por el corredor de la Avenida de Mayo y concebido para enfrentar y destacar visualmente dos de los edificios más importantes de la ciudad: la Casa Rosada y el Congreso de la Nación.
El proyecto demandó una inversión total de casi 129 millones de pesos con los que se financió la restauración e iluminación con lámparas led de las fachadas de 32 edificios de más de cien años de antigüedad y también se completó la restauración de la Pirámide de Mayo.
‘Con esta obra buscamos recuperar el espíritu y el esplendor de la zona, incluyendo una serie de mejoras tanto en la Pirámide de Mayo y en la avenida de Mayo, que devuelvan la impronta y jerarquía a este tradicional paseo porteño‘, indicó Macchiavelli.
La historia de la Plaza del Congreso comienza con los cambios urbanísticos que sufrió la ciudad de Buenos Aires durante los festejos del centenario de la Revolución de Mayo, bajo la idea de crear lugares ventilados y asoleados dentro de las grandes ciudades.
Su construcción comenzó luego de la sanción de la ley correspondiente, el 30 de septiembre de 1908.
Fuente: Télam