Real Madrid es el mejor equipo del mundo. Otra vez se quedó con el Mundial de Clubes (el segundo consecutivo, el tercero en su historia al igual que Barcelona, los máximos ganadores) y levantó otra copa con Zinedine Zidane, la número 26 en su rica historia, el club que más trofeos levantó en todo el mundo. Cristiano Ronaldo fue la gran figura del partido y anotó con un tiro libre perfecto el 1-0 sobre Gremio que definió el torneo en Abu Dabi. El portugués es el máximo anotador del torneo con 7 gritos. El Merengue no pierde una final internacional desde la Intercontinental 2000 cuando Boca lo derrotó por 2-1.
Los primeros minutos fueron de estudio. Real Madrid asumió el protagonismo del partido, pero mostró que no iba a caer en el nerviosismo y apeló a la paciencia para encontrar los espacios. Aunque esa búsqueda le quitó sorpresa y velocidad. Entonces Gremio se sintió cómodo en el primer cuarto de hora, sin sufrir en el arco de Marcelo Grohe.
Pero para los 19, el equipo de Zinedine Zidane pisó el acelerador e impuso su jerarquía, aunque no logró plasmarla en el marcador. Modric por izquierda generaba un desbarajuste en la defensa liderada por Geromel (el capitán vio la amarilla a los 2 minutos por marcarle los tapones en el gemelo a Cristiano Ronaldo) y Dani Carvajal por el otro lado entraba vacío para definir: una volea suya casi se convierte en el primer gol del partido. Isco, Sergio Ramos y Modric probaron al arquero en las tres jugadas siguientes. Gremio aguantaba…
Y Casemiro -vio la amarilla- le concedió al equipo brasileño un tiro libre por un topetazo a Luan. Gremio podía salir del fondo y Edilson con su potente remate llamó la atención de Keylor Navas.
Fueron diez minutos en los que Gremio pudo jugar lejos de su arco y hasta se animó a atacar, aunque sin generar real peligro. Después, sobre el cierre, otra vez Real Madrid intensificó su esfuerzo por abrir el marcador. Lo tuvo Cristiano Ronaldo tras una buena jugada de Benzema, pero el portugués tardó en definir con izquierda, enganchó para la derecha y al final lo taparon. Los españoles se iban al descanso con el empate en cero en la chapa y la urgencia lógica de quebrar a un equipo que se agrandaba a medida que pasaban los minutos.
Pero en el complemento apareció Cristiano Ronaldo y refrendó los trofeos The Best y el Balón de Oro que lo ubican como el mejor futbolista del mundo para la FIFA y la revista France Football. A los cinco probó de zurda, afuera; y a los 8, bailó a Jaílson y consiguió un tiro libre en la puerta del área. Hizo la ceremonia de siempre y su remate pasó por el medio de la barrera (entre Barrios y Luan), picó y se metió contra el palo derecho de Marcelo Grohe para el 1-0. Listo, la final empezaba a definirse.
Enseguida Cristiano anotó el segundo, pero no fue convalidado ya que para la terna arbitral Benzema estaba en posición adelantada cuando picó para capturar un pase de Marcelo y bajarla hacia el medio para la llegada del portugués. Cristiano se quedó con el grito atragantado y hasta hizo el gesto de la pantalla para que el árbitro César Ramos apelara al VAR, pero no hubo caso. Después Casemiro puso en aprietos a Marcelo y Modric le acertó al palo con un derechazo desde afuera del área. Real Madrid buscaba sellar rápido la historia.
Zidane mandó a la cancha a Gareth Bale y Real Madrid empezó -también- a jugar de contraataque: le dejaba el queso al Gremio que entraba en la trampa. Nunca el equipo brasileño estuvo cerca de conseguir el empate, ni de inquietar a Keylor Navas. El galés lo tuvo con un remate de tres dedos que desvió Marcelo. Y el arquero también se lució ante un remate cruzado de Cristiano Ronaldo. Al final al Madrid le alcanzó con el 1-0 y volvió a festejar un título para tener una feliz Navidad.