El presidente de Portugal, el conservador moderado Marcelo Rebelo de Sousa, fue reelecto hoy en primera vuelta para los próximos cinco años con poco más de 63% de los votos, según los resultados oficiales con más 90,76% del escrutinio completado.
Con una abstención sin precedentes, cercana a 65% del padrón, las elecciones se realizaron en medio del estricto confinamiento dispuesto para contener el avance del coronavirus, que ayer provocó un nuevo récord diario de contagios y muertes.
Rebelo de Sousa obtenía 63,08% de los sufragios, de acuerdo con los resultados publicados por la Administración Electoral del Ministerio de Administración Interna en su sitio web.
Detrás de él había una pugna ajustada por el segundo puesto, en el que se ubicaba el ultraderechista André Ventura, con 12,22% de los votos, seguido por la exdiputada eurosocialista Ana Gomes, con 11,14%.
De ese modo, Ventura desplazaba a Gomes del segundo lugar que le habían vaticinado las últimas encuestas de intención de voto.
Una de las grandes incógnitas de esta jornada era precisamente el nivel de participación, dado que el país, con un padrón de 6,4 millones de votantes, está sumido desde hace 10 días en un segundo confinamiento general para frenar la explosión de casos del coronavirus que ayer registró un nuevo récord de casos y muertes diarios.
La concurrencia, según la autoridad electoral, era de 34,71%, por lejos la más baja de todas las elecciones presidenciales de la Tercera República creada en 1976, tras el derrocamiento de la prolongada dictadura del abogado y economista António de Oliveira Salazar.
Los centros de votación abrieron a las 8 y cerraron a las 20 (las 17 en la Argentina).
Los sondeos indicaban que el actual jefe del Estado lograría la reelección en primera vuelta, por lo que la incógnita residía en si Ventura, lograría dar la sorpresa y llegar segundo, por delante de Gomes.
Según las últimas encuestas, Rebelo de Sousa tenía una intención de voto de 58%, contra 15% de Gomes y un poco más de 10% de Ventura.
"La gente puede elegir varias horas hasta que cierren las urnas y venir a votar sin problema ni preocupación, lo que podría resultar del flujo inesperado de hace una semana", aseguró, tranquilo y confiado, Rebelo de Sousa tras emitir su voto en la ciudad de Celorico de Basto, en el norte del país.
Los cuatro presidentes que tuvo Portugal desde la vuelta de la democracia, en 1974, ganaron la reelección en primera vuelta y nada indicaba que esta tendencia fuera a cambiar hoy.
"Cuando el futuro está en juego, el arma que tenemos que usar es votar, sin importar a quién (votar) o qué proyecto", sostuvo Ventura en una arenga de último momento por subir la participación, luego de sufragar en la Escuela Básica y Jardín de Infancia del Parque de las Naciones, en Lisboa.
Durante la campaña, Ventura dijo que quería "aplastar a la izquierda", como califica al Partido Socialista del primer ministro António Costa y a otras fuerzas que representan tres de los siete candidatos, y demostrar que el avance de la extrema derecha en el país es una realidad.
Con un resultado de 1,3% y 70.000 votos en las legislativas de 2019, este abogado y comentarista deportivo de 38 años se convirtió en el único diputado del partido antisistema Chega ("Basta"), que él mismo fundó tras militar en la misma formación de centro derecha portuguesa del presidente y candidato a la reelección.
Esta elección no es común para los portugueses.
Con más de 80.000 nuevos casos durante la semana que se termina, Portugal ocupa el primer lugar mundial en número de contagiados con relación a la población, superado solo por el enclave británico de Gibraltar, informó la agencia de noticias AFP.
Desde el inicio de la pandemia, el país contabiliza unos 624.469 casos y 10.194 muertes.
En Portugal, el jefe del Estado no tiene ningún poder ejecutivo pero juega un papel de árbitro cuando hay crisis políticas y puede disolver el Parlamento para convocar elecciones legislativas anticipadas.
Con una alta popularidad desde su elección hace cinco años, el actual jefe del Estado convivió sin problemas mayores con los socialistas del primer ministro Costa quien, para evitar una derrota asegurada, no impulsó ninguna candidatura e, incluso, rechazó apoyar a Ana Gomes, una diplomática de carrera de 66 años y baluarte contra el avance de la extrema derecha.