“Al principio no tenía nada de fe. Fue mi marido quien me alentó a continuar, a completar todos los extensos requisitos. Y aunque nunca tuve una sensación favorable, fui una de las elegidas. Con este nuevo contador hematológico pude progresar desde lo personal y profesional. Ahora puedo beneficiar a toda la comunidad mediante la realización de estudios de manera mucho más rápida y con calidad superior”. Esas fueron las palabras de Celina del Valle Martínez, una de las beneficiarias del programa “Incubadora de Empresas” que realiza la compañía Minera Andina del Sol a través de su equipo de Relaciones Comunitarias.

Según fuentes de la minera, la intención es siempre brindar el soporte necesario para que aquellos emprendimientos que comenzando como una idea, se puedan materializar y convertirse en empresas sustentables, capaces de contribuir al crecimiento del departamento donde opera la mina Veladero.

“En los últimos dos años se presentaron 40 proyectos, de los cuales finalmente 10 quedaron en condiciones óptimas de financiamiento y asesoramiento técnico. Entonces cuando me llamaron para decirme que debía recibir el contador hematológico fue una sorpresa muy emocionante”, comentó Celina.

La profesional agregó: “Hace un año esta funcionando mi laboratorio privado en Rodeo, pero ahora cuento con el contador ISMEX XP 3000, que es lo más preciso y moderno del mercado. Estamos hablando de un aparato que vale 14 mil dólares. En mi familia le llamamos “la joyita”. Con esto puedo trabajar mucho más rápido y ser mucho más precisa en cuanto a los estudios. A su vez, más allá de que ahora esté bien equipado el laboratorio del hospital de Iglesia, la gente de Rodeo y de otras zonas cercanas no tiene que irse a Jáchal a realizarse algunos estudios más específicos, y eso a mí me llena de alegría. Esta es una forma de demostrar que el progreso personal puede ir de al mano con la comunidad”. 

Celina nació en el departamento Jáchal, pero a los 12 años emigró a la Capital sanjuanina para cursar sus estudios secundarios. Luego estudió la carrera de bioquímica en la Universidad Nacional de San Luis. Fue en su época de estudiante que conoció a su actual marido, quien es oriundo del departamento de Iglesia.

“Luego de vivir tres años en la capital decidimos volver a nuestros pagos. Ahora vivimos en Rodeo junto a nuestra hija de tres años”. La intención del matrimonio es quedarse a vivir en el departamento iglesiano y apostar por el desarrollo del mismo.

“La compra del nuevo contador hematológico fue sinceramente una gran ayuda en materia de desarrollo personal y comunitario. Pero nosotros también venimos realizado un gran esfuerzo, ya que para abrir el pequeño laboratorio de análisis clínicos tuve que comprar todos los elementos nuevos. Hicimos una inversión de más o menos 150 mil pesos, entre lo que son centrífugas, estufas y demás elementos que reglamentariamente se le exige a cualquier laboratorio que opere dentro de la provincia”, comentó Celina.

Y concluyó: “Obviamente que la idea es que esto me retribuya económicamente, pero por el momento hay que trabajar y trabajar. Hay que empezar a formar parte del circuito. Por suerte hay mucha gente de Iglesia que está viniendo a hacerse los análisis aquí, incluso hay gente de Jáchal que viene por recomendación de los médicos, ya que el nuevo aparato me permite trabajar con mayor exactitud y celeridad. Ahora puedo tener los resultados de un estudio de rutina en el transcurso del día”. 

 

La cifra

14.000 dólares es el valor en el marcado del nuevo contador hematológico que posee Celina en su laboratorio.