A principios de esta semana tuvo una grata experiencia que me motivó una gran emoción y sorpresa. Me encontré con un antiguo vecino, quien tuvo el privilegio de ser el primer cura párroco de Iglesia, el presbítero Miguel Algañaráz. Recordamos que junto al Padre Jorge Harica le tocó afrontar en 1987 la designación como parroquia de nuestro querido templo de Santo Domingo de Guzmán, emplazado en la Villa de Rodeo. Hasta este año Iglesia dependía religiosamente de la Parroquia de San José de Jáchal. Por entonces quienes pregonaban la palabra de Dios en estos lugares -tierras de capayanes y pismanta- eran los curas Alejandro Farías y Osvaldo Ruggieri. Lo hacían con muchas dificultades ya que en esa época eran muy pocos los medios con los que se contaba.

También recordamos a quienes posteriormente les tocó forjar los cimientos de la fe espiritual de los iglesianos, los sacerdotes Hernández, Gutiérrez y José María Nieto. Ellos fueron los que le dieron una gran mano a mi padre y al historiador Silva para que Iglesia y en forma particular Rodeo tuvieran su historia narrada como corresponde.

 

Miguel Gómez Luna
DNI 16.384.363
Rodeo, Iglesia.