La ministra de Salud, Carla Vizzotti, recomendó ayer que las personas recuperadas de covid-19 deben esperar 90 días para aplicarse la primera, segunda o dosis de refuerzo, debido a "la inmunidad que genera la infección natural, que es como un refuerzo para nuestro sistema inmune".
"En relación al refuerzo o a la segunda dosis de quienes tuvieron covid, la inmunidad que genera la infección natural es como un refuerzo para nuestro sistema inmune", dijo Vizzotti.
La titular de la cartera de Salud explicó que "entonces no es que le va a hacer mal a alguien si recibe la vacuna porque tuvo covid, pero como la enfermedad natural es como un refuerzo a la inmunidad la recomendación es esperar tres meses para que sea más efectiva la dosis y pueda además tener protección más tiempo para adelante".
"Esta es la recomendación: si alguien tiene covid, entre cualquier dosis del esquema, no importa si es la primera, la segunda o el refuerzo, diferir 90 días la vacuna es la recomendación que tenemos en la Argentina", completó Vizzotti.
Por otra parte, la ministra de Salud descartó la exigencia de un pase sanitario para que los niños puedan concurrir a las escuelas, y dijo que si bien "se evaluó" esa posibilidad, se consideró que "no es necesaria por todo el trabajo que estamos haciendo, la demanda de vacunas y el avance de la vacunación".
La ministra también relevó que abordó ayer una reunión con Alberto Fernández, en Olivos, la flexibilización de "los requisitos para el ingreso" a la Argentina desde países limítrofes.
Indicó que el Presidente pidió que se avance para que "los y las argentinas que vienen desde el exterior o residentes, y estén vacunados, tampoco necesiten realizarse un test diagnóstico".
- Austria puso la vacuna obligatoria
Austria se convirtió ayer en el primer país de la Unión Europea (UE) en imponer la inoculación anticovid obligatoria, con multas para quienes no se vacunen, para tratar de frenar la propagación de la enfermedad, pese a la oposición que esta medida despierta en algunos sectores de la población.
"La vacunación es la oportunidad para que nuestra sociedad logre una libertad sostenible y continua, sin que el virus nos limite", dijo el jefe de Gobierno, Karl Nehammer.
La medida, que entrará en vigor el 4 de febrero, fue aprobada en el Parlamento austríaco por 137 votos a favor y 33 en contra.
El proyecto de ley fue anunciado en noviembre y tuvo el apoyo de los Verdes, el partido liberal y el socialdemócrata. Sólo la extrema derecha se opuso, escudándose en la protección de las libertades individuales, uno de los argumentos de los grupos antivacunas. A partir de ahora la negativa a vacunarse tendrá multas de 600 a 3.600 euros, pero serán anuladas si el infractor se inmuniza en un lapso de dos semanas.