Hay sitios y monumentos arqueológicos cuya vigencia viva en la conciencia hay que recuperarlos. Uno de ellos es la denominada Ciudad Perdida del Paso del Lamar, en Jáchal, en el límite con La Rioja. La idea es promover que se recupere dicho patrimonio para ponerlo en valor de modo efectivo. Esta ciudad perdida tiene un nexo esencial entre nosotros como pueblo histórico y el sistema vial andino de matriz incaica, con todo lo que ello implica en términos de valor excepcional desde el punto de vista cultural mundial.

Esta ruinas es patrimonio mundial, y está entre nosotros hablándonos e interpelándonos en clave de cultura notable y enfatizada datada desde el siglo XVI. Por ley 8.352 fue declarada como Bien Integrante del Patrimonio Cultural y Natural de la Provincia, y a su vez, se la designó como "Sitio Arqueológico". La puesta en valor real debe ser actualizada, desde el punto que no podemos ni debemos como sociedad dar lugar a prácticas que impliquen una invisibilidad de los sitios que reflejan el registro de la evolución histórica argentina y de Latinoamérica. Este hito es materia de forzosa referencia porque constituye una fuente única e irrepetible de mensajes originarios que mucho tienen para aportar en la tarea permanente de la construcción del sentido social orientativo de la acción colectiva en todos los momentos de la historia vívida. 

Repasemos algunos pasajes del debate que originó, en su momento, la sanción de la ley provincial referida: "El Paso del Lamar, esta expresión de la palabra ‘paso’ se debe a que hay ahí una estrechura entre dos cordones precordilleranos, por donde corre el río Bermejo. En cuanto al vocablo ‘Lamar’, es por la presencia en esa zona de un tipo de algarrobo de desarrollo subterráneo, que el nombre científico es ‘proposis alpataco’, el cual es muy común en las zonas áridas, arenosas de acá de la región Cuyo, también del Noroeste argentino, en donde se lo conoce a este árbol como ‘alpataco’".

El Paso del Lamar corresponde a la etapa incaica, está ubicado al norte del departamento de Jáchal, ya cerca del límite con la provincia de La Rioja. Se lo conoce también con el nombre de Paso de Lamas y en los últimos años, la prensa lo denominó como la Ciudad Perdida de Lamar. Al sur de este sitio, sobre la margen izquierda del río Bermejo o río Vinchina y hasta el lugar conocido como Las Juntas, por ser la confluencia de los ríos Bermejo y Guandacol, hay un amplio sector, un sector poligonal en donde se conservan vestigios arqueológicos, incluso que provienen de antes de la dominación incaica, pero sobre todo de la época de la dominación de los incas. En estas zonas se hallaban grandes predios bajo riego cultivados con forrajeras, destinadas al engorde del ganado en tránsito al Noroeste argentino, allí los antiguos habitantes hacían una toma precaria del río Bermejo para poder hacer esos cultivos.

Debemos decir como datos anecdóticos, que este poblamiento humano del Paso de Lamar continuó en el periodo hispánico y también en el periodo de la independencia y hasta principio de siglo XX. Tal es así que, por ejemplo, el abuelo de Eusebio de Jesús Dojorti que también se llamaba Eusebio Dojorti, fue Juez de Paz del Paso del Lamar.

Estas citas pertenecen al exdiputado por Jáchal Profesor Pedro Horacio Espejo.
 

 

Por el Dr. Mario Luna y el Prof. Fabián Núñez