Señor director:

Hace unos días escuchaba la selección musical de antaño de una FM y cada canción tenía una letra y un mensaje de vida: Sandro, Palito Ortega, Juan Ramón, Sergio Denis, Pintura Fresca, Roberto Carlos, etc. Esa es la música con la que nos criamos los que, como yo peinan canas sin problemas. Entonces pensaba qué distinta es nuestra niñez y adolescencia. Jugar al fútbol en el potrero, jugar con la pelota de trapo, a las balitas, a los trompos, al tejo, a los autitos. Éramos felices.

Hoy se necesita el celular, la play, y todo lo que se invente. Se perdió la esencia de la niñez. Por eso hoy se es adulto antes, y antes se pierde la inocencia.

Las canciones que cantaban al amor, a los sueños, a la esperanza, a la vida, hoy le cantan a la muerte, la cárcel, la falopa, al alcohol, etc.

La violencia está antes que el diálogo. Antes que amar, hacer sufrir. Antes que la bondad, la maldad. Por eso la sociedad hoy está en una gran crisis, de la cual es necesario salir. No pasa por la crisis económica, por el 33% de pobres; el 15% de indigentes, los desnutridos o las madres adolescentes. Pasa por volver a recrear valores de fe, esperanza, sueños y por sobre todo transmitir de padres a hijos los ejemplos y valores más nobles que puede mostrar el ser humano.