En un momento el motor se detiene y el agua acunando la embarcación se transforma en la banda sonora mientras se aprecian las formaciones arcillosas, que a su vez generan un efecto visual muy particular, porque en la orilla el lago del Dique de Ullum parece de color roja. Inevitablemente, el click de las cámaras de fotos y celulares vuelve a picotear en la embarcación “Regina Tour”, la primera que se emplea como transporte público para dar un paseo de una hora por el espejo de agua, toda una novedad en el desértico San Juan.

“Por favor, diga que es un tracker, que es la forma correcta, porque al principio lo bautizaron como catamarán y la gente que conoce de náutica sabe que no es así”, fue el pedido luego del saludo de Luis Gómez, quien junto a su esposa Claudia Zalazar y sus 4 hijos -Mariano, Gonzalo, Florencia y Josemaría- comenzaron con este proyecto hace 3 años y desde el mes pasado está funcionando los fines de semana y feriados, a partir de las 11. Debido a la admiración a la Virgen María, es que bautizaron con el nombre de Regina (“Reina” en italiano) a la embarcación que tiene capacidad para 18 pasajeros y 2 tripulantes y que zarpa siempre desde el Embarcadero del lago. Si existiese alguna duda del colorido del viaje, se disipa en otra estación del recorrido, cuando a lo lejos se aprecian las Sierras Azules, el Cerro Blanco y el paredón del dique Punta Negra. Detrás “El Tontal” parece estar más cerca de lo real.

 

Durante el viaje, Gonzalo cuenta algunas historias. Ya notó que las favoritas por la mayoría de los pasajeros son las de la bodega que quedó sepultada por el agua y la caída del avión en 1985.

 

Más allá de las panorámicas totalmente novedosas de las playas de los balnearios que siguen y de los abandonados, durante el recorrido también es común saludarse con aquellos que se alejan de la orilla: pescadores, windsurfistas y remeros. Cerca del final, “Regina” acelera y como perros que quieren alcanzar a los autos, aparecen detrás de la estela jets ski, quienes aprovechan el oleaje para practicar grandes saltos y terminar brindando otro show al viaje. “Hasta ahora estamos haciendo un promedio de cuatro salidas por día. Estamos muy contentos porque vemos que la gente se baja feliz”, concluye Luis, el jefe de la familia que le dio un nuevo giro al Dique de Ullum.