El cambio climático en el planeta tiene sus efectos también en San Juan. Una de las armas para combatirlo es el cuidado del medio ambiente. En ese contexto, la forestación es vital para la supervivencia del hombre. Es por eso que muchas voces de ciudadanos se han manifestado en los últimos tiempos, expresando su preocupación al ver el deterioro del arbolado público, sobre todo en el Gran San Juan, donde a simple vista se pueden observar ejemplares de distintas especies enfermos y secos. Ante esta situación, el Secretario de Estado de Medio Ambiente de la Provincia, Raúl Tello, dijo que desde el presente mes hasta fines de abril, se está haciendo un censo del arbolado público, con el fin de hacer un diagnóstico para determinar el estado de situación en el cual se encuentra. De ahí en más, se tomarán las medidas necesarias para lo que se denomina Plan de Manejo del Arbolado Público.
- El regadío
Entre los graves problemas que afectan al arbolado es el clima, las actitudes con respeto a ellos, y la infraestructura de riego, que es el más grave de todo, en especial del Gran San Juan. Es una necesidad hacerle frente a la desertificación que avanza debido al cambio climático y lo riguroso de los registros térmicos en la provincia. El árbol es fundamental, ya que se estima que donde hay árboles, la temperatura desciende al menos unos 4 ºC, lo que favorece al medio ambiente. En esta problemática del arbolado público están involucrados todos los municipios, que, desde lo constitucional, son los responsables de colocar de manera permanente más árboles en sus jurisdicciones. En ese sentido se hace necesario que en toda la provincia, los vecinos actúen de manera solidaria regando los árboles que están en los frentes de sus casas para hidratar a cada ejemplar y fortalecerlos, en esta tórrida temporada de verano.
- Modernización
Así las cosas, hay un plan oficial estructurador al respecto. La intención es que los municipios tengan mayor presencia. Por eso la idea es reunirse todos sus representantes con el organismo provincial y los entes de riego de San Juan y aplicar la modernización en donde se pueda, como por ejemplo el riego por goteo. En el caso de los barrios también incorporar la recuperación de las aguas grises, es decir el agua desechada en las viviendas para ser reutilizadas en el riego.
En el caso de las especies arbóreas, una de las críticas de diversos sectores es que durante años se utilizó la morera como el árbol más plantado, en especial, en los barrios nuevos. Esto debido a su crecimiento rápido. Pero también llevó a que las veredas, con el tiempo se levantaran a causa de las raíces de estos ejemplares. A la vez que se ve en muchos lugares del Gran San Juan una plantación de árboles monotemáticos, debido a la cantidad de ejemplares de esta especie.
En ese sentido, el funcionario explicó que, desde la Provincia es muy poca la cantidad de moreras que se está cultivando, porque se están priorizando otras especies como el fresno y otras especies autóctonas en la medida que no sean arbustivas, sino de copa. Si bien es cierto que el algarrobo es un arbusto, pero cuando se le brinda agua, tiene un buen crecimiento como para colocarlo en espacios abiertos, no tanto así en complejos habitacionales. También hay otros árboles de gran porte como el tipa tipuana, el plátano. El árbol muy bueno entre los autóctonos es el aguaribay, que se mantiene muy bien con los rigores del clima, también el prosopis alba.
- Los viveros
La importancia de la lucha contra la desertificación es sin dudas el trabajo que se lleva a cabo en los viveros. El de la provincia está ubicado en El Pinar, Rivadavia. Allí se trabaja con ejemplares nativos. Se producen más de 10.000 plantas por año que se distribuyen entre los municipios. Entre ellos, retamo, la sinasina, brea. Si bien es cierto la tarea de reforestación del Gran San Juan como de toda la provincia es ardua, en el ámbito oficial se esperan los resultados del censo para que la provincia, municipios y demás sectores articulen acciones con el objetivo de trabajar en la recuperación y reforestación del arbolado público en San Juan.
Estado calamitoso
"Un periodo tan prolongado de sequía de unos 14 años y el escaso mantenimiento de las acequias y provisión de agua, son elementos que llegaron a diezmar el arbolado público". Así lo expresó el profesor Osvaldo Olmo Gómez, ex director de Arbolado Público, ex jefe del Instituto Hidrobiológico y Fauna, con 38 años de experiencia. El especialista coincide con Tello en el valor de un censo, "teniendo en cuenta que es fundamental para hacer un diagnóstico con el cual revertir la situación actual de crisis en la forestación urbana, que tiene que ver con el cambio climático y la mencionada crisis hídrica. También existen problemas con las especies introducidas, que en San Juan son al menos el 90%. Estas especies necesitan grandes cantidades de agua, como fresnos, moreras, acacias, braquiquito. Por tal motivo, también hay que decirlo, el problema es cultural en materia de forestación. Quizás hay un gran desprestigio en lo que se refiere a lo nuestro, es decir a los árboles autóctonos, como el algarrobo, el chañar, la cina cina, que son árboles que con poco riego siguen progresando. Son especiales para colocarlos en espacios abiertos donde no hay mucho tránsito vehicular y peatonal, por ejemplo.
La única forma de parar la desertificación es forestando. El Gran San Juan cuenta con alrededor de medio millón de árboles y necesitaría el triple para mejorar esta situación".
Por José Correa
DIARIO DE CUYO