El Reino Unido podría registrar en el "peor de los casos" desde julio hasta el próximo marzo, alrededor de 85.500 muertes por Covid-19, debido a una nueva ola de contagios que podría durar varias semanas, según un informe del gobierno británico

Dicho documento filtrado por la cadena BBC señala que si bien se podrían tener que introducir nuevas medidas de restricción a fin de contener la propagación del coronavirus, los colegios se mantendrían abiertos.

Ese informe ha sido elaborado por el grupo asesor científico Sage, que trata de ayudar al servicio público de sanidad de este país y a las autoridades locales de cara a los meses de invierno. El grupo aclara que el documento plantea "un escenario y no una predicción" y que los números que baraja están sujetos a una "incertidumbre significativa".

Los nuevos cálculos supondrían un incremento notable frente al número de muertes ocurridas en el primer rebrote, que hasta la fecha ha supuesto 41.486 decesos, según los últimos datos oficiales.

El modelo empleado por Sage calcula las muertes entre julio de 2020 y marzo de 2021 y se basa en datos de la Oficina Nacional de Estadísticas (ONS). En Inglaterra y Gales podrían darse 81.000 fallecimientos por COVID-19, más otros 27.000 de otras causas no relacionadas con el coronavirus y calcula 2.600 decesos por la enfermedad en Escocia y otros 1.900 en Irlanda del Norte.

Estas cifras apuntan a que alrededor de un 2,4% de personas infectadas podrían ser hospitalizadas en ese periodo, y que el 20,5% de pacientes ingresados podrían tener que ser trasladados a la unidad de cuidados intensivos. Además añade que un 23,3% de los pacientes hospitalizados morirían por el virus, publicó la agencia de noticias Efe.

Un asesor del Gobierno señaló que el Ejecutivo se ha "preparado" y continúa haciéndolo "ante la posibilidad de una amplia gama de escenarios".

Por su parte, el ministro británico de Sanidad, Matt Hancock, sugiere que las medidas de restricción podrían no ser levantadas hasta pasadas las próximas navidades a fin de evitar un "repunte" en los casos. "Una segunda ola es claramente visible en otras partes del mundo" y esto supone "una amenaza muy grave", aseguró el funcionario.

Hasta la fecha, no obstante, "en el Reino Unido nos las estamos arreglando para mantener estable el número de nuevos casos mediante la combinación de test y confinamientos locales", agregó.