Señor director:
Muchas veces, ciudadanos comunes critican, con justa razón, que los medios divulguen repetidamente, hasta el hartazgo, acontecimientos como, por ejemplo, lo sucedido recientemente en el Senado mientras se trataba la Ley de Tarifas. Inverosímiles actitudes nos dejaron una clara noción del valor de senadores serios y otros que sólo son aventureros. Mención aparte le cabe a la histriónica y poco educada Cristina Fernández de Kirchner. Ni el bochorno que debería tener, la han frenado para hacer un continuo papelón de sus extensas exposiciones. Actúa como si fuera un ser privilegiado, único. Altanera, cuando debería avergonzarse por tanta mala fama que ella misma se ha creado. Claro, está inflada de orgullo, debido que nadie logró sacarle los fueros que la mantienen en el Senado. Kirchnerismo y peronismo, son más de lo mismo. Que no se confundan estos últimos, que luchan por revivir un muerto. Es mucho el daño y la maldad empleada en humillar a los pobres que ellos mismos crearon, tan sólo para tener un batallón de ciudadanos semi-ignorantes, que creen tienen la obligación de votarlos. Hay que tener estatura moral para tener cargos políticos. Estos, son muy pocos.
