El secretario de Planeamiento Energético, Daniel Pablo Dreizzen, renunció hoy a su cargo, pocos días después del alejamiento del Secretario de Energía, Javier Iguacel.
Así lo comunicó el propio Dreizzen a través de su cuenta de Twitter, en la que expresó que "fue un honor trabajar para tener una matriz limpia/abundante y en la resolución de los desafíos p/el desarrollo de Vaca Muerta".
Dreizzen fue el encargado de definir el Plan Energético Nacional presentado en septiembre, por el cual se proyectó duplicar la producción de gas y petróleo en 5 años, generar 500.000 empleos asociados al desarrollo de Vaca Muerta y alcanzar exportaciones por US$ 15.000 millones hacia 2023.
Comunico que renuncio al cargo de Secretario de Planeamiento Energético. Fue un honor trabajar para tener una matriz limpia/abundante y en la resolución de los desafíos p/el desarrollo de Vaca Muerta. Seguiré apoyando el cambio cultural p/transformar nuestro país. @JavierJiguacel
— Daniel Pablo Dreizzen (@danidreizzen) 2 de enero de 2019
El ex funcionario había llegado a la función pública en junio de 2016 como asesor de Iguacel durante su paso por la Dirección Nacional de Vialidad, pero tenía experiencia previa en el sector energético.
Hasta la llegada de Mauricio Macri a la presidencia se desempeñó como coordinador de Exploración y Producción de gas y petróleo en la Fundación Pensar, y previamente durante 12 años ocupó distintos cargos de la compañía Pluspetrol.
La renuncia de Iguacel se conoció la semana pasada, y en su lugar fue designado Gustavo Lopetegui, quien hasta septiembre fue vicejefe de Gabinete del presidente Mauricio Macri, y luego pasó a trabajar como asesor en diversos temas, entre ellos, el de energía.
Se espera en las próximas horas las designaciones de quiénes serán los que acompañarán a Lopetegui en esta cartera que incluye áreas como Energía Eléctrica, Petróleo y Gas, y Energía Atómica.
La dimisión de Iguacel se conoció menos de 24 horas después de que su cartera -que depende del Ministerio de Hacienda- anunciara un aumento del 55% en las tarifas de electricidad para el año y del 35% para el gas, junto con un recorte en los subsidios destinados a las petroleras que exploten yacimientos de gas y petróleo no convencionales en Vaca Muerta.