Lo que encendió la alarma fue el creciente olor nauseabundo que salía de esa vivienda. Cansados, los vecinos hicieron el llamado a la Policía. Y una vez que la Justicia ordenó intervenir, lo que se encontraron en la casa fue tan triste como desagradable: 17 perros de raza, casi todos desnutridos y visiblemente en mal estado de salud, estaban totalmente abandonados allí adentro.
El operativo de rescate de los animales, todos ejemplares de las razas Weimaraner y Gran Danés (entre ellos había cuatro cachorros recién nacidos), fue orquestado por el Tercer Juzgado de Faltas provincial.
Ni desde esa entidad ni desde la Policía dieron a conocer la ubicación de la vivienda en cuestión. Pero sí dejaron trascender que tuvieron que actuar en conjunto agentes policiales, miembros de la Policía Ecológica, una asociación protectora de animales y la Secretaría de Ambiente.