Acompañado. Tilín pasa los días en la casa de Juan José Robles, en un popular barrio de Rivadavia. Esto, mientras espera ser trasladado a una granja donde recibirá otros cuidados.

 

"Vamos Tilín. Tú puedes Tilín", fue una de las frases que dijeron quienes lo vieron entrar a una casa del Natania XV con tan pocas fuerzas. De ahí, quedó bautizado con ese nombre. Y con el paso de los días, Tilín demostró tener cada vez más energía. De hecho, sus saltos retumban entre los muebles de la casa de Juan José Robles, el encargado de la Estancia Maradona en Zonda. Tilín es un guanaco que tiene menos de 10 días y fue rescatado y entregado a Robles para que pueda cuidarlo. "Su mamá fue víctima de cazadores furtivos porque no la encontramos en la zona, ni viva ni muerta. Seguramente la mataron y se la llevaron. Si lo dejábamos solo en medio de la nada se moría, porque no se podía ni mantener de pie", dijo el hombre, mientras le daba leche con una mamadera, en su casa en Rivadavia.

Sin perder de vista a las personas, Tilín se mueve dentro de la casa como si la conociera desde hace mucho tiempo. "Hace unos días, estábamos en el campo -en la Estancia Maradona- y llegaron unos jóvenes en moto y sus papás, en camioneta. Nos contaron que encontraron el guanaquito solo en el medio de la huella que es usada por enduristas", dijo Robles y comentó que en el lugar la caza furtiva es un problema de vieja data y que no pueden controlar, porque en el lugar no hay seguridad de manera permanente, pues no se trata de una reserva vigilada por Ambiente. Este hecho sucedió el domingo pasado y desde ahí Tilín se encuentra en la casa de Robles, ubicada en el corazón del barrio Natania XV, en Rivadavia.

Como si fuera uno más de la familia, escucha el sonido de la licuadora con la que preparan la leche y parece demostrar su alegría con saltos altos. Se mira en el reflejo del televisor y se asusta; y por momentos corre por el patio como si fuera un perrito jugando. "Lo trajimos a mi casa porque no sabíamos qué hacer. Si lo dejábamos ahí se moría porque estaba sin energía. No podía mantenerse de pie. Cuando llegamos empezamos a alimentarlo con leche, con una mamadera. Una de mis hijas le decía Tilín, por el video que se viralizó en las redes sociales, y de ahí quedó el nombre", dijo entre risas el hombre y comentó que el animal lo sigue mucho, pero que aún se asusta cuando alguien se mueve y se acerca a él repentinamente.

Le gusta permanecer en el patio de la casa. Con sus patitas dobladas se recuesta en los lugares donde hay barro y una mesa se volvió su objeto favorito. "Duerme debajo de esta mesa y cuando se asusta mete la cabeza por debajo. No sé si creerá que es su mamá, porque se refugia ahí. Cuando regamos el patio, busca los lugares más mojados para acostarse. Creemos que es para sentirse fresco, pues ellos están preparados para temperaturas más bajas", agregó Robles, que se definió como un protector de los guanacos. "Son los animales fundamentales para que la fauna autóctona se desarrolle. Son el alimento de pumas y cóndores e históricamente fueron protegidos por los pueblos originarios", dijo y comentó que en Maradona, es habitual encontrar los restos de los guanacos muertos que hasta son despostados en la zona. "Creemos que a la mamá de Tilín la mataron, porque si hubiera sido un puma el que se la comió hubiéramos encontrado huesos, pero no había nada. Hay gente que los mata y se los llevan enteros en camionetas. Es una pena lo que sucede en ese campo y de manera particular no podemos hacer nada para evitar las matanzas", concluyó.

Al cierre de esta edición, el guanaco estaba por ser entregado a la Granja Tierras Blancas para que lo cuiden hasta que crezca un poco y pueda volver a su hábitat.