Consideramos que es preciso retomar la idea-sugerencia, que a medida que pasa el tiempo se hace más justificada e impostergable, respecto de la necesidad de pasar al dominio público la casa natal del gran poeta Eusebio de Jesús Dojorti, popularmente conocido como Buenaventura Luna.
Hay una cuestión de honor cultural que compele a solucionar el arrastre de este compromiso que se plasmó en loables iniciativas pasadas pero que quedaron truncas a nivel de la Cámara de Diputados de la provincia.
Ese sentir histórico que reclama constantemente concreción -insistimos- es la expropiación de la casa natal de Buenaventura Luna, con fines de reconstrucción museológica y atractivo turístico-cultual.

Sería de un enorme impacto cultural e histórico, hacer de la casa natal del gran poeta un museo, para que el alma de la cultura jachallera, pueda hablar a propios y visitantes por estar en la línea vial del corredor bioceánico.
Naturalmente que el objetivo arquitectónico y de diseño del complejo cultural, es integrarlo en una plataforma única y armónica con el Molino Viejo y El Anfiteatro del Molino Viejo en Huaco.
Esa expropiación, para erigir un museo, serviría para darle el marco de homenaje que se merecen los fundadores de la Fiesta de la Tradición, aquellos hombres y mujeres que el 10 de noviembre de 1962 con su gesta cívico-cultural determinaron que esta festividad ingrese a la historia de los acontecimientos culturales del país. Recordemos que la primera Fiesta de la Tradición se hizo en la propia Cuesta de Huaco con Pibo Manrique como maestro de ceremonia ilustre.
La Fiesta de la Tradición, a partir de un latente sentimiento popular, se formalizó por la acción decidida de ese puñado de incansables emprendedores, a partir de la Comisión Directiva del Centro Sarmiento del Magisterio, el 29 de septiembre de 1962. Formaron el Centro Tradicionalista Buenaventura Luna, encabezado por una mujer excepcional, Doña Adela Aciar de Varas, la que impulsó la creación previa de una asociación civil señera con el objeto de formalizar la conmemoración constante de la tradición y el acervo nativista argentino, a través de múltiples acciones alegóricas.
La comisión se conformó del siguiente modo: vicepresidente, Shoar Marinero; secretario General, Julio Cesar Dávila Flores; secretario de Prensa, Alfredo N. Baigarri; secretario de Actos, José Simón Torres; tesorero, Domingo Guevara; pro Tesorero, Perfecto Vega y vocales, Aída N. de Baigorri, Facundo Puigdomenech, Mario Carrizo, Francisco Carrizo, Ernestina de Figueroa, Gregorio Salinero, Segundo Martínez, Humberto Arnaez, Shoar Tanez, Rito Parra. Los iconos poéticos en que fundaron la magna conmemoración fueron dos señeros poetas, por una parte Don José Hernández, creador del Martín Fierro, y por el otro, el vate huaqueño Eusebio de Jesús Dojorti -Buenaventura Luna-, quienes hicieron del núcleo central de la Fiesta el poema el Fogón de los Arrieros.
Por este hito sin igual, se merecen tener los fundadores de la Fiesta de la Tradición un lugar de memoria y homenaje junto a Don Buena. Se plantea a manera de sugerencia, como sitio de homenaje, la casa natal del gran poeta, aunque como es obvio es opinable el tema en sus alternativas.
Dr. Mario Luna y Fabián Núñez
Ex presidente y asesor del Concejo Deliberante de Jáchal, respectivamente.
