La población carcelaria requiere especial cuidado frente a la pandemia por la estrecha convivencia de los reclusos, que en el país excede en número la capacidad del sistema, precisamente en momentos en que las recomendaciones médicas insisten en el aislamiento social como único resguardo frente al contagio. La disyuntiva que se presenta a las autoridades es si es mejor otorgar prisiones domiciliarias para pasar la cuarentena o disponer de mayores cuidados dentro del penal, ampliando las instalaciones sanitarias y prohibiendo visitas y salidas transitorias.
Esto se reclama en todas las dependencias carcelarias y en San Juan el planteo ante la Justicia y el Servicio Penitenciario Provincial ha dado lugar a un plan de contingencia para evitar contagios entre los internos y entre el propio personal, además de aislar a los mayores de 60 años y grupos de riesgo, mientras el Ministerio Público analiza los 92 pedidos de prisión domiciliaria, un beneficio que debe superar numerosas exigencias para ser aceptado por la Fiscalía. En principio ya se suspendieron las salidas otorgadas, las visitas de familiares de los reos, y los alimentos que les llevan son desinfectados convenientemente.
Sin conocer más detalles de los brindados por las autoridades, todo indica un mejor resguardo de los 1.800 internos está dentro de las dependencias de Chimbas en virtud de las disposiciones operativas y la mayor inversión en infraestructura médica que, salvo excepciones, se puedan encontrar en viviendas con las condiciones de salubridad ideales y compartidas con familiares. Además, si en ese lugar van a tener rápido acceso a centros asistenciales para atender la salud del excarcelado, tal como lo plantea con buen criterio la fiscal Claudia Salica.
Pero como no hay ningún informe profesional que indique que los internos tienen mayor posibilidad de contraer la enfermedad dentro del Penal que en sus casas, la balanza se inclina hacia el operativo del Gobierno provincial de rigurosa asepsia del personal y movilidades, junto con la compra de cuatro módulos sanitarios de 50 camas para atender los síntomas de Covid-19 y casos sospechosos, con un protocolo con muchas precisiones hasta la determinación del tratamiento hospitalario, si es que resulta necesario dentro de la gravedad que caso pueda llegar a tener.
El refuerzo de personal se elevó de cuatro a 15 enfermeros y se prevé la designación de 43 guardiacárceles, de acuerdo al adelanto de la Secretaría de Seguridad.
El pedido de prisión domiciliaria por pandemia se cae ente las garantías del operativo oficial.
