Los investigadores de la muerte de cuatro jóvenes ocurrida en la madrugada del lunes último luego de una persecución policial en la localidad bonaerense de San Miguel del Monte ya establecieron que en el operativo intervinieron ocho efectivos distribuidos en tres patrulleros y que utilizaron dos pistolas reglamentarias de la fuerza.
De los efectivos sospechosos detenidos, cuatro fueron imputados por "homicidio doblemente calificado" y otros tres por encubrimiento y falsedad ideológica de instrumento público, según lo resolvió ayer la jueza de Garantías de La Plata, Marcela Garmendia. La última detenida ayer es la oficial Melina Blanco.
El hecho ocurrió la madrugada del lunes último y tuvo como víctimas a Gonzalo Domínguez (14 años), Camila López (13), Danilo Sansone (13), Carlos Aníbal Suárez (22), quienes murieron cuando el auto Fiat Spazio en el que se trasladaban chocó con un acoplado mientras era perseguido y baleado por la policía. La única sobreviviente es una joven de 13 años que permanece internada.
Mientras los pesquisas procuran determinar por qué los efectivos iniciaron esa persecución, Hugo, un tío del fallecido Carlos Suárez, el joven que conducía el auto, contó que hace un mes, agentes locales le exigieron dinero a su sobrino como coima porque no tenía en regla los papeles del vehículo y que desde entonces "estaba marcado". Por ello, los investigadores no descartan que Suárez evitó a los policías porque suponía que podían volver a exigirle dinero.
El Procurador General ante la Suprema Corte bonaerense, Julio Conte Grand, confirmó la detención de los siete policías que se concretó el jueves por la noche y que en total fueron 15 los efectivos desplazados de la fuerza por decisión del ministro de Seguridad, Cristian Ritondo.
Aseguró que "en la causa está acreditado que eran tres los móviles policiales que participaron del procedimiento" y agregó que en total fueron "siete personas que estuvieron presentes en todo el operativo". Aunque a última hora se sumó otra policía que se presentó espontáneamente.
Sobre los peritajes balísticos que se hicieron en la Policía Judicial, indicó que todas las armas están identificadas y que los estudios "acreditan que el arma de la cual salió el proyectil que hirió a uno de los chicos era un arma que estaba autorizada para su uso a una de las personas detenidas".
El procurador explicó que "uno de los cuerpos tiene un orificio de ingreso de proyectil calibre 9 milímetros y ese proyectil se corresponde con el arma de uno de los efectivos que estaba dentro del móvil y que está detenido con otros seis" policías.
Y agregó: "Se encontraron cuatro casquillos de bala que se corresponden con el arma de otro de los efectivos".
Fuente: Télam