El gobierno del estado brasileño de Río de Janeiro pagará más de 1.000 dólares a cada agente de la Policía Militar que confisque un fusil en las operaciones contra el narcotráfico tras incrementarse el uso de esa clase de armas en el último año, se informó hoy oficialmente.
El pago de "5.000 reales (1.004 dólares)" se hará a cada policía que en el ejercicio de sus funciones o en razón de ellas, sea responsable por la aprehensión de arma de fuego de tipo fusil sin registro y/o autorización legal de porte", se publicó en el Diario Oficial del estado.
Cada fusil será examinado y sólo se pagará la recompensa si está funcionando, mientras que el presupuesto para los pagos saldrá de la Secretaría de Seguridad del Gobierno de Río, recogió la agencia de noticias Sputnik.
Según datos oficiales, en el primer semestre de este año las autoridades de Río confiscaron 266 fusiles, una medida de dos al día, lo que supone un incremento del 64% respecto al mismo periodo del año pasado.