River derrotó ayer a Independiente, que tuvo de titular al delantero sanjuanino Matías Giménez, por 2 a 0, en un Más Monumental completo que celebró la octava victoria al hilo del líder de la Liga Profesional de Fútbol y recordó la proximidad del Superclásico ante Boca. Esequiel Barco y el colombiano Miguel Borja fueron los goleadores en el clásico correspondiente a la 13ra. fecha.

El equipo de Martín Demichelis alcanzó los 33 puntos y mantuvo la ventaja sobre su escolta San Lorenzo (27). Independiente, con 10 puntos, es la contracara: lleva 12 partidos sin ganar y se posiciona en el 26to. lugar de la tabla.

La diferencia entre River, que ostenta la marca récord de 8 triunfos en fila sin goles en contra, e Independiente, que sólo ganó una vez en el campeonato, estaba escrita en la previa y se cumplió en el desarrollo de un clásico que siempre dependió del dueño de casa. La ventaja en el marcador se quedó corta en Núñez porque la falta de precisión privó a River de una goleada ante un rival que especuló en todo momento y prácticamente no inquietó al arquero campeón del mundo Franco Armani. El entrenador Ricardo Zielinski, muchas veces "verdugo" de River, incluido el histórico descenso en junio 2011 ante Belgrano de Córdoba, intentó que el puntero del campeonato no jugara cómodo. La idea fue aislar a Barco y en el comienzo lo logró, pero el ex Independiente abrió el partido con un golazo. La pelota derivó a sus pies luego de una serie de rebotes en el área y con un gran remate al ángulo, concretó la "Ley del ex".

River salió decidido en el segundo tiempo. Con mayor justeza en el traslado de la pelota, acumuló situaciones a favor con los remates de Aliendro (estuvo dos veces mano a mano con Rodrigo Rey y dispuso un tiro en el travesaño), de Ignacio Fernández y del combativo Lucas Beltrán (Cristian Báez le sacó el gol sobre la línea). El "10" de River, que provocó la expulsión de Damián Pérez por una patada descomunal, levantó su nivel y recostó el ataque por el sector derecho, donde Milton Casco encontró espacios para enviar centros.

Más de 83 mil aficionados veían cómo River dominaba, pero no concretaba. Cierta tensión se apoderó del ambiente, a pesar que Independiente no implicaba amenaza alguna.

Borja hizo su trabajo y puso fin a la impaciencia "millonaria" cuando le ganó a Sergio Barreto en el cuerpo a cuerpo. El "Colibrí" definió con clase ante la salida de Rey.

Con el tanto del colombiano se acabó el clásico y todo River celebró un triunfo que lo reafirma como el mejor equipo del torneo. Después, sólo hubo tiempo para que los hinches palpiten el Superclásico ante Boca (al que ya le sacó 18 puntos de ventaja), del próximo 7 de mayo, en el Más Monumental.

En la próxima fecha, River visitará a Atlético Tucumán (no podrá contar con Enzo Díaz y Enzo Pérez por acumulación de amarillas) e Independiente recibirá a Belgrano de Córdoba.

 

Pensando en Boca

El capitán de River, Enzo Pérez, y el defensor, Enzo Díaz, se hicieron sacar anoche la quinta tarjeta amarilla a propósito pensando en no jugar la fecha próxima contra Atlético Tucumán. Esto se forzó debido a que luego del Decano viene el duelo por la 15ta fecha de la Liga Profesional, en el Monumental, nada menos que ante Boca. En ese sentido, los dos jugadores vieron la amarilla de manera intencional por sendas faltas cometidas ya en el complemento. En tanto, el que debió ser reemplazado en el arranque del juego y es una duda grande en el futuro inmediato es el zaguero, Paulo Díaz. El chileno sintió un pinchazo en el posterior de la pierna izquierda y pidió el cambio de manera inmediata. Habrá que realizarle estudios para conocer al grado de la lesión muscular y cuánto tiempo de recuperación tendrá, teniendo en cuenta que con Boca se juega en dos semanas.