River recibe a Racing con varias bajas en su once titular y buscará convertir un gol en medio de una sequía total, para ingresar a cuartos de final de la Libertadores. El partido de vuelta se jugará desde las 19,30 en el Monumental, cargado de polémica por la inclusión de Zuculini en la ida, que obligó a la intervención de la Conmebol (mantuvo el 0-0 pero obligó al jugador a cumplir la suspensión).

El Millo viene de vacas flacas en el área contraria. Acumula 391 minutos sin meter goles y Marcelo Gallardo trató de poner tranquilidad en la antesala al choque con Racing. Sin Ignacio Scocco, el Pity Martínez ni Bruno Zuculini (cumplirá sus fechas tras el fallo de Conmebol), la expulsión de Leonardo Ponzio quedó muy atrás en el tiempo. Por eso, Gallardo y sus jugadores intentaron quitarle dramatismo a la racha sin convertir: pusieron el acento en que el equipo genera situaciones de riesgo y en que, por caso, ante Belgrano y Argentinos transformó en figuras a los arqueros rivales, César Rigamonti y Lucas Chávez. "El gol ya va a llegar", afirmaron desde el cuerpo técnico y desde el plantel, casi a coro. Como contrapartida, remarcan que el equipo hace bastante que ofrece garantías en defensa. Su última caída fue el 24 de febrero, 1 a 0 ante Vélez en Liniers, por la anterior Superliga. Desde entonces, encadenó 14 victorias y nueve empates. Y además le anotaron apenas dos goles en las últimas diecisiete presentaciones oficiales.

 

 

Por su parte, el equipo de Eduardo Coudet es uno de los que más goles metió en la Superliga Argentina. Pero la historia los coloca como el equipo denominado "Grande" al que más veces ha derrotado el Millonario. Pero eso sí, si Racing anota un gol en el Monumental, River se verá obligado a convertir dos justamente en medio de la peor racha de su historia en el comienzo de un campeonato local: nunca antes había llegado a las tres primeras fechas sin pegar un solo grito. El riesgo, en este caso, es que la sequía se transforme en una carga psicológica difícil de sobrellevar para sus jugadores. Que se les cierre el arco, que se les vuelva más chiquito súbitamente. Hoy, en definitiva, ellos tendrán la palabra.

Se espera un Monumental totalmente repleto, con más de 66 personas en el estadio y una recaudación récord: 38 millones de pesos.