Ella había salido a trabajar, como siempre, en un jardín de infantes. Su pareja tampoco estaba en casa por su ocupación como minero en Veladero, Iglesia. La que notó algo raro fue su vecina del piso de arriba, que al llegar notó la puerta abierta, la cerró, subió y llamó a la dueña de casa cuando escuchó ruidos. Esa acción alertó a los ladrones que, de todos modos, huyeron del lugar con dos costosas bicicletas, unos $10.000 y algo de ropa en dos bolsos, dejando otro con herramientas y otras cosas en su escape.
Todo pasó entre las 13,30 y las 14 del martes pasado en un departamento que la familia Páez (pidieron reserva de su nombre) alquila desde hace unos 5 años en el Lateral de Circunvalación, en Santa Luía. Antes de ese episodio, habían tenido un bautismo de fuego cuando se mudaron, pues le robaron la rueda de auxilio y la batería de su auto, explicaron ayer. "No sé si nos olvidamos de poner la alarma o qué pasó, pero usaron una barreta para abrir el portón de ingreso y también barretearon la puerta de reja y la otra del departamento. Es una sensación horrible la que se siente, encima en la Policía nos dijeron que no toquemos nada porque iban a venir a levantar huellas y no aparecieron más… yo ya ordené todo porque no podemos estar en este caos", dijo ayer una de las víctimas.