Fue clave en todo el encuentro. El jugador que siempre resulta clave en las finales. La jugó como se debía. Como se deben jugar las finales. Rodrigo De Paul se llevó todos los honores en la consagración de la selección argentina anoche en Brasil. Porque el volante del Atlético Madrid a sus 27 años jugó la final ante el mismísimo Brasil como si cargara con muchos más años de experiencia encima. Fue vital metiendo el pase para que Di María anotara el gol, que al final, terminaría siendo el del título. Sin contar que marcó todos los movimientos de Neymar a lo largo de los 90 minutos. Vital marcando y abriendo el juego. Frío a la hora de marcar, fue clave cortando el juego a 20 minutos del final cuando Brasil fue por todo buscando el empate. Le cortó la jugada, con full incluido, a Renan Lodi y se ganó la tarjeta amarilla. Pero no importaba. De Paul cumplió con creces con Lionel Scalono. Fue uno de los grandes "descubrimientos" del DT que lo convocó en octubre de 2018, para disputar dos partidos amistosos ante México. En marzo de 2019 fue llamado para jugar otros dos encuentros, en esta ocasión ante Venezuela y Marruecos. El 15 de mayo fue incluido en la lista de 40 preconvocados para la Copa América 2019 y el 21 de mayo de este año otra vez entró en el listado definitivo en la selección que ayer terminó escribiendo una de las páginas más ricas de la historia con la Albiceleste.
Rodrigo De Paul, el rey de la batalla
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