Se irá. Marcos Rojo, de 30 años, dejará el Manchester United para recalar en Boca por las siguientes dos temporadas.

 

Boca se quedó en las semis de la Copa Libertadores que se definirá mañana en el legendario Maracaná, entre Palmeiras y Santos, el verdugo del equipo de Miguel Russo. En la llave ante el equipo paulista quedó claro que a este Boca le falta ese salto de calidad para poder obtener lo que a esta altura parece una obsesión: la 7ma Libertadores y así igualar al más ganador de la historia, Independiente. Por el Consejo de Fútbol del club, que comanda su máximo ídolo (Román Riquelme), buscará en este mercado de pases jugadores de "jerarquía". Uno de ellos fue apuntado hace un buen tiempo y ayer se conoció que cumplió ese objetivo: se trata de la contratación del defensor Marcos Rojo, quien este fin de semana firmará el contrato por las próximas dos campañas con Boca. El subcampeón del mundo con Argentina en 2014, llegará al país para sumarse al plantel donde será compañero del sanjuanino Emmanuel Mas, y Russo lo piensa más que como lateral izquierdo (puesto del ex San Martín) como zaguero central.

Sin dudas, el dato que causa cierta incertidumbre y hasta preocupación es la falta de continuidad de Rojo, de 30 años, quien por estas horas cerrará su desvinculación del Manchester United inglés.

En su préstamo de seis meses por Estudiantes, el zurdo apenas disputó un encuentro completo. Es más: disputó apenas dos partidos en los últimos catorce meses, donde fue casi no tenido en cuenta en los Diablos Rojos por el entrenador y además le sumó algunas lesiones. La más grave se dio en el 2017 cuando estuvo afuera de las canchas nada menos que 200 días por la rotura de ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda.

Si es capaz de mantenerse en forma, Rojo le brindará a Boca un salto de calidad. No sólo a nivel futbolístico en le césped, sino que será una de las voces más escuchadas en un vestuario que en momentos adversos careció de referentes. En ese sentido, su buena relación con Carlos Tevez tendrá un rol protagónico.

 

En forma

"Marcos Rojo está feliz, mejorando día a día, a poco de empezar con los entrenamientos en Boca", escribieron en un posteo en Facebook en la cuenta Castro Team Competición, donde está entrenando el defensor platense. Y agregaron sobre su estado físico: "Estoy admirado por la capacidad física que posee, su recuperación y ese plus de temperamento".

 

En el nombre de "Titi"

Detrás de la decisión de Rojo de volver a la Argentina hay un motivo principal: su padre Marcos, más conocido como "Titi".

Faustino Marcos Alberto es el mayor de sus cinco hijos con Karina Arellano -hincha de River, por el contrario-, al que "el Titi" llevaba en bicicleta desde el barrio El Triunfo a dar sus primeros pasos detrás de la pelota en Las Malvinas y San Martín de Tolosa, antes de llegar a las Inferiores de Estudiantes.

Pero además de ser el hincha número uno de su hijo, "Titi" Rojo también es fanático de Boca. Su Instagram lo refleja: lleno de fotos con la camiseta y hasta emulando a Juan Román Riquelme, a quien dicen que se parecía en la forma de pisar la pelota en la Liga Amateur Platense como figura de El Cruce de Ringuelet, campeón en 1997.

Hoy es Román -el vicepresidente 2´- quien llamó a su hijo Marcos -que también se puso su 10 para un picadito- y lo convenció de jugar en el Xeneize.