No pudo. El argentino había comenzado bien la cita ecuménica pero ayer fue desclasificado por cruzarse de carril. Un sueño truncado para el mendocino.

La participación del mendocino Guillermo Ruggeri en el Mundial de Atletismo de Londres no concluyó de la manera que hubiese deseado, ya que fue desclasificado por cruzarse de andarivel en la tercera de las semifinales de la prueba de 400 metros con vallas.

En la pista, Ruggeri había concluido quinto detrás Keeron Clement (ganador), el noruego Karsten Warholm, el dominicano Juander Santos, y el jamaiquino Kemar Mowatt. El mendocino tuvo una muy buena remontada en los últimos 100 metros de carrera, distancia en la que superó al argelino Abdelmalik Lahoulou y al polaco Patryk Dobek. 

“En los últimos metros me corrí al andarivel número 8 (corrió por el número 9), pero fue sin intención. El tema es no molestar y yo estaba adelante. Fue rara la descalificación”, reconoció. Y agregó: ‘Por lo menos llegué y ese era el objetivo. Estoy satisfecho con mi trabajo ya que desde hace muchísimo tiempo, al menos en velocidad, nadie había llegado a semifinales‘.

Además de haber accedido a semifinales, Ruggeri se llevó de Londres un nuevo récord argentino para la distancia, conseguido el domingo en su serie clasificatoria. Tras la eliminación de Ruggeri, los únicos atletas que quedan por competir son Belén Casetta (3000 metros con obstáculos, el miércoles a las 15.05), Braian Toledo (lanzamiento de jabalina, el jueves 15.05 o 16.35), Federico Bruno (1.500 metros, el jueves a las 16.25), y Juan Manuel Cano (20 kilómetros marcha, el domingo a las 10.20).

 

Tercer oro para la polaca Wlodarczyk en martillo
 

La polaca Anita Wlodarczyk, la única atleta de la historia que ha superado los 80 metros con el martillo, consiguió ayer con 77,90 su tercer título mundial consecutivo y prolongó una racha ganadora que dura ya 41 competiciones.

La china Zheng Wang se interpuso con un tiro de 75,94 entre las dos polacas, relegando al bronce a Malwina Kopron (74,76), que abandonó el concurso entre lágrimas. Si el año pasado Wlodarcyk conquistó el oro olímpico batiendo el récord mundial (82,29) en Londres, esta vez cualquier cosa podía suceder. Con dos títulos mundiales, dos olímpicos y tres europeos en la vitrina, Anita no tenía rival.

Después de Río elevó su récord a 82,98 y este año dominaba el ránking con 82,87 y una ventaja de seis metros sobre la segunda, la estadounidense Gwen Berry.