Las selecciones de México y Rusia prometen hoy un partido sin cuartel por el pase a semifinales de la Copa Confederaciones al que la escuadra latinoamericana llega en mejor posición que la de los anfitriones, ya que un empate le basta para situarse entre los cuatro mejores del torneo.
Sin embargo, el seleccionador mexicano, Juan Carlos Osorio ya adelantó que no entra en sus planes jugar un esquema defensivo: ‘Casi nunca o nunca hemos ido a un juego pensando que vamos a empatar, porque creo que pone el resultado en riesgo. Entonces (el partido con Rusia) trataremos de ganarlo, entendiendo que jugamos contra un gran rival’, afirmó.
Gracias al sistema de rotaciones implantado por el técnico colombiano, México contará con jugadores frescos: sólo tres de los hombres del once inicial que presentó en la primera jornada del Grupo A contra Portugal (2-2) repitieron ante Nueva Zelanda.
Enfrente tendrá a una Rusia que viene de perder (0-1) con los lusos y que está obligada a ganar, pues si hay empate solo podría pasar a semifinales en caso de que los neozelandeses, ya eliminados, dieran la gran sorpresa del torneo y derrotaran a la escuadra de Cristiano Ronaldo, en el otro partido que se disputará hoy. Aunque el viceprimer ministro y presidente de la Unión de Fútbol Rusa, Vitali Mutko, ha dado seguridades de que el seleccionador nacional, Stanislav Cherchésov, seguirá en su puesto como mínimo hasta el Mundial de Rusia 2018, medios locales advirtieron ayer de que una derrota abultada ante México podría significar su despido.
En el partido con Portugal, la selección anfitriona mostró uno de sus principales defectos, que es la falta de acierto a la hora de definir opciones favorables.
La afición rusa, según una encuesta publicada ayer por el periódico deportivo Sport-Express, considera que el combinado nacional tiene muy pocas posibilidades de alcanzar la semifinales: el 71 por ciento opina que quedará fuera del torneo. Moscú, EFE