Dos jóvenes que regresaban de un boliche en un auto chocaron de frente a un motociclista y sellaron su suerte prácticamente en el acto, en Albardón, dijeron fuentes policiales. La víctima se llamaba Nelson Carrizo, tenía 43 años y trabajaba en la fábrica de galletitas Tía Maruca (ex Dilexis). Ayer se dirigía a ese lugar cuando encontró la trágica muerte, en la calle Sarmiento, unos 20 metros al Este de San Luis, en la zona de La Cañada, precisaron los voceros.
En la Fuerza dijeron que todo ocurrió minutos antes de las 6, cuando Carrizo guiaba su Guerrero 200 cc por Sarmiento en dirección al Este. Lo peor llegó al pasar San Luis, porque se encontró de frente con dos sujetos en un Volkswagen Gol Power que se habían cruzado de carril para pasar a un patrullero de la Regional Oeste. Los ocupantes del auto, de apellidos Fernández (31) y Araya (21), volvían de un boliche situado en Angaco, dijeron fuentes policiales. Los investigadores suponen que no se dieron cuenta que de frente venía el motociclista e intentaron rebasar el móvil policial a alta velocidad. En el auto la Policía encontró una botella de cerveza, otra de una bebida blanca (ambas vacías) y un copón. Si estaban o no borrachos al momento del siniestro se sabrá con el resultado del examen de alcoholemia, señalaron en la Fuerza, desde donde además indicaron que detuvieron a ambos porque ninguno quiso decir quién iba manejando. Están acusados de homicidio culposo.
Lo concreto es que tras el violento choque el motociclista impactó su cabeza contra el parabrisas del auto, y pese a que llevaba casco no soportó las graves lesiones y perdió la vida en el lugar.
Nacido en la localidad jachallera de Mogna, Carrizo cuando era adolescente se instaló en Campo Afuera, Albardón, donde hasta antes de la tragedia vivía con su esposa y su hijo de 14 años. "Sentimos mucha bronca y dolor, él era una persona que no tenía problemas con nadie, sólo se dedicaba a su familia y a trabajar. Es indignante que estos inadaptados hayan terminado con su vida así, destruyeron a toda una familia, es algo de no creer, era una excelente persona", disparó indignada Mónica Rodríguez, una prima de la víctima. Cada vez que tenía la oportunidad, Carrizo viajaba a su Mogna natal para saludar a sus familiares. Ayer ellos vinieron a despedirlo para siempre.