Se llamaba Anselmo Janco Espinoza y había nacido en Bolivia, pero el destino lo trajo a San Juan donde pasó casi toda su vida trabajando en las caleras de Los Berros, en Sarmiento. A los 87 años, con tres hijas y seis nietos, era un minero jubilado que pasaba días sin sobresaltos en su casa de la Villa Arce, en Rawson, donde vivía con su esposa Virginia Halambra (73) y uno de sus nietos. De esa casa salió el lunes en la tarde con esposa al mando del auto familiar para ir a la Unión Vecinal de la Villa Santa Anita, en Rivadavia. Allí un médico le daría la receta que necesitaba para adquirir un medicamento para su próstata. Según Claudia, una de sus hijas, llegaron a ese lugar donde él bajo para hacer el trámite, mientras su mamá daba la vuelta y colocaba el auto al otro lado de la calle, esperándolo. Pero allí Anselmo no llegaría nunca: cuando pretendía cruzar Comandante Cabot hacia el Norte (metros al Oeste de San Luis), un motociclista que circulaba hacia el Oeste por Cabot, lo embistió tan violentamente, que sentenció su suerte.

"Yo alcancé a verlo porque vivo cerca del lugar del accidente. Balbuceaba… yo pensaba que era por el shock, pero no, luego nos dijeron que tenía varias fracturas en su cabeza, una fractura expuesta en una pierna y el pulmón izquierdo perforado. Sufrió una hemorragia grande… murió a eso de las 23,30 (del lunes)", dijo ayer Claudia, quebrada por el dolor.

"Lo único que pido es que hagan más sencillo el trámite para los abuelos, para que no tengan que salir a buscar las recetas como mi papá", concluyó.

El accidente ocurrió a las 18.04 de lunes. Y ayer un grupo de pesquisas al mando de los fiscales Renato Roca y Maximiliano Gerarduzzi, recababan evidencias en el lugar del siniestro, para determinar si cabe o no imputar un homicidio culposo al conductor de esa Zanella 110cc. de apellido Recabarren que, al parecer, circulaba a elevada velocidad.