
el cadáver del ciclista fallecido.
Un jubilado salió de su casa en su bicicleta con la idea de ir a visitar a sus hermanos y encontró la muerte en la ruta 40. Se investiga si el hombre hizo una mala maniobra, si estaba alcoholizado o si la culpa realmente la tuvo ese motociclista que lo embistió y lo mató el sábado a la noche.
Esto pasó minutos después de las 20 en la ruta 40 y calle Rodríguez. Antonio Absalon Amarfil (62) murió en el acto producto de los golpes y la dura caída. Su mujer, sus hijos y sus tres nietos lo estaban esperando a esa hora en su casa del Bº Costa Canal I en Concepción, Capital, pero nunca llegó.
Dio la casualidad que un sobrino suyo que venía de Albardón se topó con el accidente y se acercó a mirar. Fue entonces que vio que la bicicleta tirada en la ruta era igual a la de su tío. Después confirmó que efectivamente el muerto era él y urgente avisó a su familia sobre la desgracia.
Amarfil, que era jubilado y aun así continuaba haciendo changas de albañil, tenía la costumbre de andar siempre en bicicleta y de visitar semanalmente a sus hermanos.
El sábado, después del almuerzo, repitió ese rito y salió pedaleando hacia el Lote Hogar 53, Chimbas, para ver a su hermano. Como no lo encontró, decidió ir hasta Campo Afuera, Albardón, para encontrarse con su hermana y sus sobrinos. Estuvo ahí hasta llegada la noche y emprendió el regreso por ruta 40, en dirección a Concepción.
Sus hijos no saben si había tomado alcohol. Lo cierto es que estaba oscuro y no traía ni chaleco refractario. Florentin Arlington Funes (50), el motociclista, aparentemente lo vio y se lo llevó por delante con su moto Appia 150cc, según datos policiales. Amarfil no sobrevivió a los golpes.

62 años y era jubilado de la construcción.
