San Juan ha llegado a conocerse en gran parte del mundo gracias a su pasado más antiguo. Parte de sus tierras escoden y, van dejando de a poco a la luz, restos fósiles de los periodos Triásico y del Jurásico, es decir, que tienen una antigüedad que ronda los 200 millones de años. En ese contexto, Ischigualasto, en Valle Fértil, es la meca de la paleontología en la provincia. Sin embargo, en otras zonas de se han realizando descubrimientos de gran importancia científica.

Los primeros hallazgos realizados por expertos en paleontología en Ishigualasto.

La lupa de expertos de todo el mundo comenzó a posarse en San Juan recién en 1940, cuando el doctor Joaquín Frenguelli, paleontólogo del Museo de la Plata, descubrió que en lugar yacía la mayor muestra paleontológica del periodo Triásico. Y de a poco, comenzó extendiéndose. A la par de ese desarrollo, el Estado provincial también empezó a darle importancia a la materia con el paso de los años.

Entre los hallazgos de mayor relevancia, la provincia ostenta los restos fósiles de Panphagia protos, el dinosaurio más antiguos de todo el planeta, encontrado en la cuenta de Ischigualasto. También hallados allí, el Herrerasaurus y el Eoraptor son considerados emblemas de la paleontología local y sus restos son las joyas más preciadas del Museo de Ciencias Naturales de San Juan.

Los fósiles perfectamente acomodados sobre el terreno de Ischigualasto.

Durante los ’90 y principios de los años 2000, ese espacio de San Juan concentraba prácticamente toda la actividad paleontológica. Principalmente a cargo de los científicos sanjuaninos Ricardo Martínez y Oscar Alcober, quienes han encabezado decenas de expediciones realizadas por la Universidad Nacional de San Juan y se han destacado por el estudio de los restos encontrados.

También en muchos casos de la mano de ellos, años más tarde, las expediciones comenzaron a expandirse hacia otras zonas. Llegando a Jáchal, en cuyos suelos también existe parte de la cuenca ubicada en Valle Fértil, y Caucete.

Equipo de expertos en medio de una campaña realizada en Marayes, Caucete.

Fue en 2018 que este último departamento llamó la atención. La publicación de un hallazgo realizado en Marayes cambió radicalmente la historia de los dinosaurios de mayor tamaño. Antes se consideraba en el mundo que, el gigantismo había surgido durante el Jurásico hace unos 180 millones de años. Pero con el dino caucetero se determinó que esa característica se podía encontrar en dinosaurios del Triásico entre 210 y 205 millones de años atrás.

A raíz de eso, la zona se transformó en una nueva meca paleontológica de San Juan. En ese contexto, el yacimiento Balde de Leyes-Las Torrecitas y 5.169 hectáreas alrededor del punto de hallazgo de la cuenca sedimentaria de Marayes fueron declarados Reserva Natural. La zona guarda fósiles de los periodos Triásico-Jurásico.

Algunos de los dinosaurios más importantes hallados en San Juan

– Valle Fértil – Ischigualasto

* Herrerasaurus ischigualastensis ("lagarto de Herrera de Ischigualasto")

Cráneo del Herrerasaurus

Fue el primer hallazgo realizado en Ischigualasto. Lo encontraron en 1959, cuando una comisión paleontológica encabezada por el Dr. Osvaldo Reig recorría el lugar y el vallista Victorino Herrera (vallisto conocer de la zona que guío las primeras expediciones y le dio nombre all espécimen), se topó con fósiles de esta especie.

Victorino Herrera en el interior del Valle de la Luna.

Muchos años después, los especialistas concluyeron que se trataba de un antepasado de los terópodos, es decir, una de las tres ramificaciones de los sauros, que dio origen a las aves. Vivió a principios del período Triásico Superior, hace aproximadamente 231 millones de años. Era un carnívoro bípedo y medía entre 3 y 6 metros de largo, llegando a pesar entre 210 a 350 kilogramos.

* Frengüellisaurus ischigualastensis

Fue hallado en 1986. Es el dinosaurio depredador más grande descubierto en Ischigualasto, llegando a medir seis metros desde la cabeza a la punta de la cola. Lo bautizaron en memoria de Joaquin Frengüelli, paleobotánico precursor de los estudios paleontológicos de Ischigualasto en las décadas de 1930 y 1940.

* Eoraptor lunensis

Fue encontrado a finales de 1991. El Eoraptor vivió hace 225 millones de años y se lo consideró el más antiguo del mundo por años, hasta el hallazgo del Panphagia (ver abajo). Por sus características, fue el primer dinosaurio descubierto en Ischigualasto con impacto mediático mundial, al ser publicado por la prestigiosa revista Nature. Hasta hace poco se creía que era un depredador, pero estudios recientes demuestran que fue en realidad un animal de comportamiento omnímodo, es decir que comía carne y vegetales.

* Eodromaeus murphi

Momento del hallazgo de los fósiles de Eodromaeus murphi.

Es el primer ancestro conocido de las aves. Tiene 230 millones de años. De esta especie hallaron cinco esqueletos fosilizados, dos relativamente armados y uno totalmente disgregado.

* Panphagia protos (que come todo)

Fósil de la mandíbula del Panphagia.

Tiene 228 millones de años y es el dinosaurio más antiguo encontrado en todo el mundo hasta ahora. A través de él, los expertos pudieron demostrar que los dinosaurios más grandes descienden de un animal que tenía, a lo sumo, un metro y medio desde la cabeza a la cola. Los científicos calificaron a este espécimen como el tatarabuelo de los gigantes. Es decir, es el antecesor de los gigantes herbívoros que vivieron durante el Jurásico y el Cretácico. Vivió durante el Triásico Medio y su hallazgo se publicó oficialmente el 16 de febrero de 2009.

* Taytalura alcoberi (abuelo lagarto / apellido del paleontólogo sanjuanino Oscar Alcober)

El paso a paso del hallazgo de Taytalura alcoberi.

Fue hallado en 2001, en la zona de la Cancha de Bochas, y presentado el año pasado. Algunos de los rasgos de este espécimen (cuyo tamaño total no debe haber superado los 15 cm), que permiten rotularlo como ancestro de los lagartos y serpientes del mundo, son las gigantescas cavidades de los ojos, el cráneo estirado hacia atrás y con huesos llenos de orificios; y sobre todo la disposición de los dientes, metidos en el interior de un canal, algo que no conservó ningún reptil más adelante. En él se inicia la división de dos grandes grupos de reptiles, apenas comenzada la Era Mesozoica. Para un lado, evolucionaron los arcosauromorfos, que más tarde dieron origen a los cocodrilos e incluso las aves. Para el otro, se formaron los lepidosauromorfos, de donde derivan todos los tipos actuales de lagartos (hasta el imponente dragón de Komodo), serpientes e inclusive la tuátara, una especie de lagartija con una larga cresta de púas que hoy sólo vive en Nueva Zelanda.

– Caucete-Marayes

* Ingentia prima (gigante / primero)

El momento en que Ingentia prima fue encontrado.

El primer dinosaurio gigante que habitó el planeta hace más de 200 millones de años. El hallazgo se produjo en el yacimiento de Balde de Leyes, en Marayes, al sudeste de San Juan y revolucionó las teorías existentes sobre cuándo fue que los dinosaurios comenzaron a volverse gigantes. La especie es de una antigüedad de entre 237 y 201 millones de años y se lo ubicó entre los primeros saurópodos gigantes. Con un peso de diez toneladas y 8 o 10 metros de largo, es cerca de tres veces el tamaño de los dinosaurios más grandes de su período de Triásico. El hallazgo, realizado por investigadores de la Universidad Nacional de San Juan durante una campaña realizada en 2015, superó por tres veces el tamaño de los dinosaurios más grandes del Triásico conocidos hasta ese momento. Es decir que, ayudó a demostrar que el origen del gigantismo en estas especies a menos 30 millones de años antes de lo que se creía. La publicación oficial sobre el hallazgo se realizó el 9 de julio de 2018.

* Leyesaurus marayensis (familia / Marayes)

Es un sauropodomorfo, el tipo de animal prehistórico grandote pero manso, que comía de las plantas de arriba moviendo apenas su cabeza pequeña. Vivió a principios del período Jurásico, entre 202 a 191 millones de años. Estos dinosaurios midieron hasta 47 metros de cabeza a cola y pesaron hasta 100 toneladas. El hallazgo del Leyesaurus, identificado en 2011, fue importante porque se trató de uno de los primeros aparecidos antes de convertirse en gigantes, tenía un largo calculado en casi 3 metros y una altura de 1,5 metros del piso a la pelvis.

Jáchal

Fósiles hallados en tierras jachalleras.

* Adeopapposaurus mognai (lagarto que come desde lejos / Mogna)

Vivió a principios del período Jurásico, entre 200 a 183 millones de años. El animal era cuadrúpedo, de cuello largo y cráneo pequeño. Ocasionalmente podía levantarse y tripodar, es decir, levantar las patas delanteras apoyándolas en un árbol mientras se equilibraba con los miembros posteriores y la cola sobre el suelo. Pudo haber alcanzado unos cuatro o cinco metros de largo, entre ejemplares adultos. Pero fue su pico la clave del hallazgo, que agregó una nueva hipótesis a las teorías sobre su desarrollo. Hasta el momento de su hallazgo, publicado oficialmente en marzo de 2009, se creía en el mundo que los sauropodomorfos habían llegado a ser herbívoros gigantes gracias a tres elementos: el desarrollo de piedras en el estómago para triturar las fibras vegetales, los dientes adaptados para cortar esas fibras y el largo del cuello, que les permitía alcanzar las plantas más altas. Lo que aportó el nuevo animal fue ofrecer la evidencia de que empezaron a desarrollar un pico, algo que más adelante fue fundamental para su alimentación. Además, fue el primer hallazgo de dinosaurios del Jurásico Inferior para toda Sudamérica. Y Mogna se transformó en el primer ejemplo de Jurásico en zona de precordillera.

* Jachalsaurus milanensis (lagarto de Jáchal / apellido de Juan Pablo Milana, quien identificó los terrenos fosilíferos)

Fue presentado en octubre de 1995. Medía cuatro metros desde la cabeza a la cola. Era herbívoro y andaba en cuatro patas, aunque podía quedarse parado en dos y apoyas las delanteras sobre los árboles para alcanzar la comida. Tenía una cabeza muy pequeña y dientes espatulados y aserrados. Fue parte de los primeros dinosaurios herbívoros de cuello largo que durante el Triásico (hace unos 220 millones de años), se extendieron sobre casi todo el planeta. Con su hallazgo, en 1993, se logró determinar que en Jáchal contaba con terreno fértil para el hallazgo de fósiles del Triásico.