Con carteles, con fotos de las mujeres que fueron asesinadas, con tambores. Con velas, con nombres de víctimas pintados en los cuerpos. En familia, con compañeros del colegio, en grupos más grandes. Con alegría por la unión y también con lágrimas en los ojos. La multitudinaria movilización que copó las calles de todo el país el 3 de junio de 2015 se congregó bajo un lema espontáneo y a la vez contundente: "Ni una menos".

 

A tres años de aquel momento histórico,  mañana se esperan marchas en todo el país con un panorama renovado a la luz del reciente debate parlamentario sobre la despenalización del aborto.  San Juan no será la excepción. 

 

En la provincia la convocatoria es a las 17 en la Plaza 25 de Mayo. Además, del reclamo contra la violencia de género, el colectivo de mujeres pedirá por la despenalización del aborto.

 

El origen del reclamo

 

Durante el verano había tenido lugar el brutal crimen de Lola Chomnalez, la adolescente argentina de 15 años asesinada en un balneario uruguayo. Luego, a comienzos de 2015, con el correr de las audiencias del juicio para investigar su muerte, se fueron conociendo detalles del asesinato de Ángeles Rawson. Entonces llegó mayo y tuvo lugar el femicidio de Chiara Páez, la joven de 14 años asesinada por su novio y enterrada en el patio de la casa de sus abuelos en la localidad santafesina de Rufino.

 

Había algo en el aire que provocaba inquietud y a la vez ganas de decir "basta". Todo era dolor, lamento e impotencia. Como ocurrió en distintos ámbitos, también en las redes sociales se reflejaba aquella indignación. Entonces fue la periodista Marcela Ojeda quien tomó la iniciativa para llevar adelante un reclamo que estaba latente.

 

 

"Actrices, políticas, artistas, empresarias, referentes sociales … mujeres, todas, bah.. ¿no vamos a levantar la voz? Nos están matando", escribió el 11 de mayo de 2015 en su cuenta de Twitter. Esa botella al mar se convirtió en un movimiento transversal que reunió a miles de personas frente al Congreso, pero también en una manifestación que se replicó en cientos de plazas y espacios públicos de todo el país. Informalmente, como ocurrió a partir de ese primer mensaje, aquellos encuentros adoptaron como consigna las palabras "Ni una menos". Y esas palabras fueron más que una consigna. Poblaron carteles, remeras, hasta cuerpos pintados para reclamar por el fin de los femicidios.

 

A tres años de aquella enorme manifestación popular, el femicidio en la Argentina sigue siendo un tema alarmante. De acuerdo a los últimos registros, en el país sigue muriendo, tal como ocurría en 2015, una mujer cada 30 horas por razones de género. Es decir, por el hecho de ser mujer.