En la empresa estatal Cannabis Medicinal Origen San Juan (Canme) están trabajando en el proyecto para la construcción de un laboratorio de producción de aceite de cannabis medicinal, el segundo del país después del que ya tiene Jujuy, y lo quieren tener listo en el segundo semestre del año próximo. La producción será destinada a atender las necesidades de la salud pública en la provincia y, de acuerdo a los volúmenes de producción, se podrá vender el resto en el país.
No será el único laboratorio porque junto con el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), antes de fin de año quieren inaugurar en Pocito otro centro para el control de la calidad del aceite, según confirmó Juan Dolab, que es doctor en Farmacia y será el responsable de ambos laboratorios.
El aceite de cannabis se utiliza, por ejemplo, para casos de epilepsia refractaria, que son los cuadros más complicados, y también en el tratamiento de pacientes con dolor crónico en adultos, vómitos asociados a la quimioterapia y la espasticidad en la esclerosis múltiple.
El primero de los centros está actualmente en etapa de diseño con los más altos estándares de calidad para certificar normas GMP (en castellano se llaman buenas prácticas de manufactura), que exige la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat). "Por eso es que la arquitectura y la construcción serán ejecutadas por empresas con experiencia en el rubro", dijo Dolab. Están a la búsqueda del predio donde va a estar el edificio que tendrá 350 m2.
También están gestionando la compra de los equipos necesarios para la producción, que incluyen un extractor de fluido supercrítico, destiladores, equipos de filtración específicos, descarboxilador, evaporador rotatorio, reactor mezclador dosificador, equipo de spray dryer, entre otros materiales y equipos más pequeños necesarios para cualquier laboratorio.
El objetivo será producir, a partir de la flor desecada de la planta de cannabis, un producto terminado con los más altos estándares de calidad a nivel mundial con fines medicinales. "Se producirán todos los productos posibles, habilitados por la legislación y por la Anmat y que sean una herramienta terapéutica para la mayor cantidad de patologías posibles, reconocidas por investigaciones científicas de calidad", sostuvo el profesional.
El otro laboratorio, que es el más próximo a ponerse en marcha, servirá para brindar el servicio de determinación de cannabinoides (compuestos con actividad farmacológica que posee la planta de cannabis), a las personas que tengan certificado vigente emitido por Reprocann, que es el registro sobre el autocultivo controlado bajo supervisión médica para algunas patologías, y a las empresas instaladas en el predio de Canme en Sarmiento.
También servirá para cuantificar la cantidad y proporción de cannabinoides que posee el extracto, aceite o la planta que está consumiendo, por ejemplo un paciente, o que está cultivando la empresa para sus investigaciones.
"Es fundamental esta información porque, en la terapéutica con derivados de cannabis, existen diversas combinaciones de estos compuestos activos que se utilizan para distintas patologías específicas. Este análisis es muy importante también para dar sustento científico a las investigaciones y ampliar el conocimiento de la aplicación de esta herramienta terapéutica que ya es un auge en gran parte del mundo", dijo Dolab.
Las determinaciones que haga el laboratorio tendrán un costo accesible para las empresas y los ciudadanos, según explicó Dolab, porque "sería imposible realizar los exámenes gratuitamente debido a los altos costos de solventes de máxima pureza, gases especiales, elementos y consumibles propios de los equipos y los patrones necesarios para calibrar los métodos, que son de alto costo e importados".
La intención es tener habilitado el laboratorio para fin de año y a disposición de la comunidad sanjuanina y de las empresas que requieran el servicio.
"Buscamos avanzar en el conocimiento de esta herramienta terapéutica".
JUAN DOLAB-Laboratorios de Canme
- El primero, en Jujuy
Jujuy es la primera provincia argentina en producir aceite de cannabis para uso medicinal como resultado de un plan piloto que incluye el cultivo en un predio de 35 hectáreas al sur del distrito.
El proyecto es a través de la empresa Cannava S.E, que incluye un laboratorio de investigación, desarrollo e innovación en un edificio que tiene una superficie de 218 metros cuadrados y fue construido sobre una estructura existente. Sus instalaciones cuentan con dos cámaras de secado, una de germinación, una sala de análisis y otra de extracción.
A través de un proceso que se inicia con la selección de las semillas, y continúa con el cultivo en invernaderos y en campo, donde crecen bajos diversos controles de bioseguridad, la planta de cannabis produce una flor de la cual se extraen sus componentes (cannabinoides).