Federico Vivas se abrazó con la gloria coronandose campeón panamericano ayer en la Avenida de Circunvalación. En el abrazo interminable con su padre Osmar, su mamá Andrea y su hermana Rosario, quienes viajaron para alentarlo, el "pibe de oro" de Saladillo no dejaba ocultar su emoción tras la consagración. Y no es para menos, a poco de cumplir sus 22 años -los cumplirá el 21 de este mes- Federico tiene un vinculo llamativo con la victoria en tierras sanjuaninas. Es que fue San Juan quien lo recibió en un Infanto cuando con 12 años se coronó campeón en esta provincia y que significó el primer trofeo en las ahora colmadas vitrinas. Fede, el mayor de tres hermanos, fue el único que heredó la pasión de su papá. Osmar fue ciclista y solo consiguió contagiarle el amor por la bici a él, ya que Francisco, el hermano del medio, es jugador de fútbol. "Es el momento más hermoso que hemos vivido desde que es ciclista", contó al borde de las lágrimas su mamá, quien al igual que el campeón, no olvidará jamás esta visita a los pagos sanjuaninos.