
"Técnico que debuta…gana", dice un refrán archi-conocido en el fútbol. Y eso logró ayer Rubén Forestello en su primer encuentro al frente de San Martín. Con ilusiones renovadas, el Verdinegro venció a Vélez Sarsfield por 3 a 1 en un encuentro válido por la octava fecha de la Superliga Argentina de fútbol de Primera División. De esta manera, San Martín respira, porque salió de descenso directo y volvió a celebrar en su casa y ante su gente.
Era "el" partido. El que puede ser el trampolín para San Martín en su misión de lograr la permanencia. Y los jugadores entendieron el mensaje que vino desde el banco. Ya lo había dicho el DT cuando apenas asumió su cargo que la urgencia era volver a ganar de local. Recuperar la localía. Y sus dirigidos lo entendieron a la perfección porque desde que comenzó el encuentro fue el local quien salió a mostrar sus pretensiones. Reflejarlo en el marcador tardó menos de 15" porque la pelota parada fue la primera muestra del trabajo que se hizo en la semana y que comenzaba a dar sus frutos. Un tiro libre ejecutado por Nazareno Solís encontró por el primer palo a Francisco Mattia que se hizo enorme cabeceando al arco de otro grandote, el ecuatoriano Alexander Domínguez que nada pudo hacer para impedir el gol verdinegro.
Era el desahogo que necesitaba San Martín pero fue difícil mantener el equilibrio, porque Vélez se vino con todo gracias al buen manejo de Lucas Robertone y del "Monito" Vargas. San Martín retrocedió unos metros y el equipo de Heinze lo aprovechó. La igualdad llegó a los 28" cuando tras un corner ejecutado por Robertone, Nicolás Domínguez se elevó para hacer que la pelota sea inatajable para Ardente y poner el 1-1. Esa igualdad sintió San Martín que pudo haberla pasado peor en el cierre de esa etapa con un desborde de Vargas que Robertone no pudo conectar.
En el complemento Heinze metió a Galdames que en la primera que tocó casi lastima cuando remató y la pelota se fue a centímetros del arco de Ardente. San Martín fue creciendo producto del desgaste notorio de Vélez y teniendo a Marcos Gelabert como mentor comenzó a mostrar su juego. A los 16", Mosca dejó mano a mano a Martín Bravo pero el arquero ecuatoriano desvió afuera. Era una nueva chance para que San Martín diera muestras de su trabajo semanal y así fue, porque desde el corner vino el centro para que Gelabert otra vez de cabeza, anotara el 2-1. Faltaba mucho tiempo pero el encuentro comenzaba a liquidarse porque el Verdinegro manejaba el juego y Vélez era pura impotencia. A los 41 para darle el mejor cierre a una estupenda tarde, Solís puso el 3-1 tras una buena jugada de Magnin y San Martín terminó festejando un triunfo que renovó las esperanzas y que todos en Concepción esperan que sirva de trampolín.
San Martín fue contundente de pelota parada, Mattia y Gelabert convirtieron por esa vía.
Vargas, puro intento

Tiene raíces aquí. Matías Vargas, el talentoso jugador de Vélez, jugó un partido especial para su progenitor. Es que el delantero mendocino de 21 años, es hijo de una gloria del fútbol sanjuanino como Omar "Mono" Vargas, ídolo de San Martín de la década del "90 e integrante del aquel equipo verdinegro que logró el ascenso a la B Nacional en el "95. El pibe de 21 años jugó de mayor a menor ayer ante San Martín. Fue pura actitud siempre, corrió, buscó, pero terminó siendo pura impotencia, tanto que se fue expulsado en el cierre.
