Una caricia al alma. Una gota de agua en el desierto. Una alegría en tiempos de dolor. Todas esas frases resumen el significado del ajustado triunfo de San Martín en los 32vos. de final de la Copa Argentina que con un gol de Humberto Osorio Botello derrotó por 1-0 a Villa Dálmine y se metió en la próxima etapa donde enfrentará al ganador del cruce Newell’s-Villa Mitre de Bahía Blanca que se medirán este domingo. Dentro de un partido apenas discreto, el gran acierto de San Martín estuvo en sus cambios en el segundo tiempo porque los ingresos de Pablo Palacios Alvarenga y de Gustavo Villarruel, le entregaron algo más de profundidad para terminar sacando ventajas ante un ordenado Villa Dálmine que apostó a no ofrecer flaquezas y lo complicó.
Pero antes, en especial ese primer tiempo, fue realmente pobrísimo. Tanto, que San Martín apenas llegó una sola vez y con un cabezazo defectuoso de Osorio Botello.
En el complemento, San Martín decidió cambiar en todo. Afuera, Bravo adentro Palacios Alvarenga, afuera Cristaldo, adentro Villarruel. Así, creció algo la presión sanjuanina y a los 18m. Bogado metió el centro perfecto al corazón del área y Palacios Alvarenga decidió bajársela a Osorio que solito, definió cruzado ante Dobboletta. Era la ventaja que necesitaba San Martín. Esa luz para poder soltarse y liberarse de todos esos fantasmas que lo acosan y lo atormentan. No hubo fluidez, no apareció el juego pero si aparecieron atributos que pueden cambiar la historia como el amor propio y la personalidad. Era ganarlo porque se lo debían. Era ganarlo porque lo necesitaban todos. Era avanzar para sanar heridas, para tomar aire y recuperar la confianza en si mismos. Lo hizo San Martín sin que le sobre nada. Le costó, lo pudo lograr con un acierto ofensivo y lo consolidó con la entrega de todos. Un triunfo que no brilla pero que suma para el futuro inmediato de un equipo que no quiere darse por vencido.
Milo: ‘Necesitábamos ganar como sea’
Pasó Villa Dálmine y San Martín lo sorteó con más personalidad que juego y eso lo valoraron todos. Federico Milo, uno de los de mejor rendimiento en cancha de Gimnasia, remarcó el triunfo: ‘Necesitábamos ganarlo como sea. Esto nos levanta desde lo anímico para encarar lo que se viene con otro temple. Fue complejo pero lo pudimos resolver dejando todo en la cancha como lo hicimos siempre. San Martín está de pie, entero y esperando como tiene que ser la definición de esta serie tan dura que nos queda. Vamos a afrontar los partidos contra Colón y contra Talleres con otro ánimo’.
Otro de los que valoró el triunfo fue el técnico Forestello: ‘Este grupo sintió el golpe contra Argentinos y necesitaban salir rápido. Nos costó mucho. Fue complicado pero hubo actitud, responsabilidad y mucho compromiso. Con eso, vamos a afrontar lo que se viene’.