Fue lo que se dice un robo silencioso. Y es que unos ladrones entraron a una vivienda de Barreal y se llevaron numerosos artefactos mientras la dueña de casa dormía profundamente en una de las habitaciones. Es más, lo sujetos se dieron el lujo de llevarse también el auto que estaba en la propiedad y que pertenece a una gendarme, amiga de la propietaria. El vehículo horas después apareció en Santa Lucía, con las puertas abiertas, sin la llave y con rastros de que intentaron prenderle fuego. De los aparatos no hay pistas.
El robo fue perpetrado el lunes a la madrugada en un domicilio de callejón Donoso, en la poblado calingastino de Barreal. Pasó tan desapercibido para María Vera, la dueña, que esta descubrió el hecho cuando despertó en horas de la mañana, indicaron fuentes policiales. Según versiones, la mujer se médica y por eso tiene un sueño pesado.
La sospecha es que los ladrones que robaron en Barreal son de la zona de Santa Lucía.
En el momento en que empezó a mirar a su alrededor descubrió que le faltaban dos televisores Led, un equipo de música, un microondas, una procesadora, una cafetera, un caloventor y una planchita de cabello, indicaron. Los ladrones habían destrozado una ventana del fondo. En la huida de la vivienda, también se llevaron un auto Volkswagen Fox propiedad de la gendarme Dalila Vidal, quien es amiga de Vera y vive transitoriamente en ese domicilio, aunque se encontraba de viaje.
A las 10 de la mañana del mismo lunes, los policías de la Seccional 29na al mando del comisario Ricardo Ríos encontraron el coche abandonado al costado de la calle Francia, cerca del Loteo Holanda, en Santa Lucía. El auto estaba con las puertas abiertas, sin llave y sin nada en su interior. Eso sí, en el asiento trasero habían rastros de que intentaron incendiar el vehículo para borrar huellas.