Con ausencias notables porque varios equipos decidieron no exponer a sus ciclistas al coronavirus, se puso en marcha ayer la París-Niza, carrera de siete etapas que tuvo un inicio drámatico porque el viento y la lluvia tuvieron gran incidencia. Y el que debía ser un día para velocistas se transformó en una lucha de los más fuertes. En ese trámite el francés Julian Alaphilippe, cuarto en el parcial fue el mejor ubicado de los favoritos a pelear en la montaña. El triunfo fue para el alemán Maximilian Schachaman (BORA), quien ganó el sprint entre cuatro fugados, segundo fue Dylan Teuns y tercero Tiesj Benoot. El cuarteto le sacó 15 segundos a los candidatos. Hoy corren la 2da etapa.