Sólo faltaba la confirmación del Indec, en virtud que todas las mediciones privadas, del Congreso, gremios y demás, arrojaban una altísima inflación en diciembre -3,1% finalmente- y le ponía un broche poco feliz al año económico: 24,8% fue el Índice de Precios al Consumidor en 2017. Así las cosas, puertas adentro de la provincia, los empleados estatales esperaban la confirmación de que se iba a aplicar la tan mentada cláusula gatillo que les permitía equiparar la inflación, medida que efectivamente ocurrirá, como había adelantado DIARIO DE CUYO.
Es que, como se sabe, el Ejecutivo provincial y los gremios que representan a los empleados estatales cerraron allá por marzo un alza en los sueldos del 22% pero con la condición de que si superaba ese porcentaje el excedente se aplicaba directamente a los sueldos. Y así fue, por lo que con los haberes de enero, que se cobra a fin de este mismo mes, ya lo verán impactado en sus ingresos. Esta ecuación se repetirá con el mensual febrero
¿Cuánta plata representa? Si bien tienen que afinar el lápiz, para la provincia significa unos 28 millones de pesos extra que deberá erogar para cumplir con lo pactado. En cuanto a lo que le corresponde a cada agente del Estado, dependerá del escalafón que tenga para traducirlo en el dinero que llegará a sus cuentas sueldo.
En el Gobierno local habían estado satisfechos con el acuerdo y confiaban en que la inflación no supere ese 22%, y, es más, hasta septiembre veían que la meta no iba a sobrepasar ese porcentaje, pero fueron clave en la aceleración del IPC los aumentos en las tarifas que empezaron a impactar en diciembre y los de los combustibles, tras la desregulación que propuso el Ejecutivo nacional.