Tal como sucedió con otras numeraciones, los billetes de 2 pesos serán cuestión del pasado en pocos meses, dado que el Banco Central de la República Argentina (BCRA) anunció que éstos serán gradualmente eliminados del mercado y reemplazados totalmente por las monedas de la misma denominación, en un plan que se extenderá hasta mayo del 2018.

 

Por tal motivo, quienes tengan en su poder estos billetes podrán canjearlos por monedas en las sucursales bancarias o depositarlos en sus cuentas hasta el 30 de abril de 2018. A partir de mayo del año próximo, por lo tanto, los billetes de 2 pesos carecerán de validez en forma definitiva.

 

Según los registros del BCRA, en la economía argentina todavía circulan 414 millones de unidades de billetes de 2 pesos, de color azul, que muestra la imagen de Bartolomé Mitre en su reverso y que se emitió por primera vez en 1992.

 

Para canjearlo en el plazo propuesto, desde el BCRA se informó que la entidad dispone del stock de monedas de 2 pesos para abastecer a las entidades bancarias en la medida suficiente.

 

Asimismo, tal como anunció en julio pasado, el BCRA continuará proveyendo de monedas de 2 pesos en forma directa a empresas y cámaras comerciales, mediante la entrega de tambores con 100.000 monedas (fraccionadas en 200 bolsas de 500 unidades), pagadas a través de transferencias bancaria.

 

Al tratarse del billete de menor denominación, el papel de 2 pesos sufre un deterioro más veloz que el resto de los billetes. Esta dificultad se solucionará con el reemplazo por monedas, cuya vida útil es muy extensa.

 

Como parte de su plan para mejorar la calidad del dinero circulante, el BCRA inició a comienzos de este año un programa de destrucción de billetes deteriorados que permitió quitar del circuito económico más de 900 millones de billetes dañados o gastados de todas las denominaciones.

 

Esta nueva medida se enmarca en la política monetaria adoptada por el Banco Central en los últimos dos años, que se basa en la emisión de nuevos billetes con numeraciones distintas a las vigentes hasta 2015 y la expansión e impulso de los medios electrónicos como plataformas de pago, en reemplazo del efectivo.