Los gremios docentes y Gobierno vuelven a verse las caras. Desde las 17.50, las autoridades se encuentran reunidas en el Centro Cívico con intenciones de tratar de cerrar un acuerdo. El convite estaba pactado a las 16, pero el secretario General de UDAP, Luis Lucero, llegó tarde a la cita en virtud que se demoró el plenario de delegados.

La oferta que el Gobierno provincial puso ayer sobre la mesa incluyó mejoras en la escala salarial y 61% de suba a noviembre. Tras unas diez horas de negociación, el Ejecutivo aseguró que los maestros que recién se inician, que hoy embolsan 50.0000 pesos, percibirán 64.000 pesos en su bolsillo en junio, 68.000 pesos en agosto y 72.000 pesos en septiembre. 

En esa línea, la oferta contempla un mínimo salarial docente de un 20 por ciento más de lo que se defina por ese ítem a nivel nacional, cualquiera sea ese monto e independientemente si a septiembre se superan los 72.000 pesos. No fue lo único, ya que, por primera vez en siete años, hubo una propuesta concreta de reestructuración del salario docente, con cambios en incisos clave como radio, antigüedad, Código E66, más un aumento global que alcanza un 61 por ciento a noviembre. A todo ello, se le suma una instancia de revisión para la primera quincena de septiembre. Dichos cambios habían sido un pedido de los gremios UDAP, UDA y AMET, que fue aceptado por la provincia. 

Ahora los gremios deben dar una respuesta. Los referentes tienen la presión de los llamados autoconvocados, que siguen manifestándose en las afueras del Centro Cívico. Ayer por la noche, cuando fue comunicada la propuesta oficial, hubo reacciones dispares: estaban los que veían con buenos ojos la mejora salarial y los que se negaban a aceptarla.

Durante el mediodía de hoy, mediante una asamblea realizada en la calle, los autoconvocados coincidieron en que apuestan por un aumento del 100% al básico. Además, solicitaron que no se les descuenten los días en los que no se presentaron a trabajar.