Un joven de 29 años fue detenido ayer luego de confesar a la Policía que mató a su padre porque se lo ordenó “el Diablo”, en la localidad cordobesa de Bialet Massé, informaron fuentes de la fuerza y judiciales. El presunto parricida acudió la madrugada de ayer a la comisaría de dicha localidad ubicada a unos 36 kilómetros de Córdoba Capital para confesar que había asesinado a su padre, identificado como Francisco López (63), en su casa de la calle Campillo al 200. “El Diablo me dijo que matara a los López”, declaró el joven a los policías, que de inmediato fueron a la vivienda y hallaron al hombre muerto, indicaron las fuentes a Télam. Por su parte, el fiscal de Cosquín que quedó a cargo de la causa, indicó ayer a Cadena 3 que el sospechoso se presentó cerca de las 3.30 en la comisaría local “aduciendo que había matado a su padre” y que en ese momento tenía “manchas de sangre” e iba en su vehículo y “con su perro que estaba seriamente herido”. El instructor judicial señaló que la víctima “aparentemente murió por una multiplicidad de heridas de arma blanca” aunque aguardaba para las próximas horas los resultados de la autopsia para confirmar la mecánica del crimen.
Consultado sobre los dichos del sospechoso en la comisaría, el fiscal respondió: “Él manifestaba que tenía visualizaciones del Diablo que estaba comunicándose con telepatía. Estamos evaluándolo psiquiátricamente”, sostuvo el instructor judicial y agregó que padre e hijo vivían solos pero que durante el sábado tuvieron visitas de otros familiares y amigos. El sospechoso quedó detenido en la comisaría local pero se analizaba su posible traslado al Hospital Colonia Santa María de Punilla para ser sometido a distintos estudios médicos. En tanto, Gabriel Cáceres, un vecino de la víctima, dijo a Cadena 3 que en el barrio estaban “todos conmocionados y muy tristes” por lo ocurrido. “Ayer a la mañana estuve con ellos (por los López) conversando, les hice unos arreglos en la casa y estaba todo bien”, recordó el vecino, quien describió al ahora acusado como “muy introvertido y metido en su mundo”. Según Cáceres, padre e hijo “trabajaban juntos en el Sindicato de Gendarmería”. En ese sentido, el fiscal Bertone precisó que la víctima pertenecía al “Círculo de Suboficiales de Gendarmería en Córdoba”.