Una nota publicada en Diario de Cuyo el 29 de octubre pasado fue el disparador. José Daniel Ramírez se presentaba como miembro de la Agrupación de Veteranos de Guerra 2 de Abril y el sanjuanino que participaría de una conferencia virtual de carácter mundial en el marco del bicentenario del izamiento de la Bandera Argentina en las Islas Malvinas, ocurrido el 6 de noviembre.

La imagen de Ramirez -que fue portada de este diario- se multiplicó en Internet. Y a los días, la sorpresa: un llamado telefónico obligó a una investigación que encaró de forma inmediata el Tribunal de Disciplina y Comisión Directiva de la Agrupación. La sospecha se comprobó luego de corroborar unos datos y, finalmente, convocarlo a que diga la verdad: este hombre de 58 años no era excombatiente, jamás había sido parte del operativo de recuperación de las Islas Malvinas y, ni siquiera, realizado el Servicio Militar, por aquellos años obligatorio.

Lo primero que hizo la entidad de VGM sanjuaninos fue corroborar hasta dónde llegaba la mentira de Ramirez. Es por eso que su presidente, José Eduardo Guevara y su representante legal, Andrés Gazzo, lo primero que quisieron saber era si gozaba de algún tipo de beneficio económico entregado por el Gobierno nacional o provincial, y comprobaron que no recibía ninguno, información que fue cotejada en los registros que tienen las Fuerzas Armadas, que además confirmaba que este hombre no era veterano.

Con esta certeza en las manos, la duda que se les planteó fue saber por qué decía ser veterano si no buscaba un rédito económico, una estafa que otras veces ocurrió y que algunos casos se hicieron públicos en San Juan. Cuando las cabezas de la Agrupación convocaron a Ramirez a una reunión –él no sabía el tema a tratar-, se negó una y otra vez, pero con los papeles en la mano finalmente reconoció que no era veterano. Ante la insistencia de qué lo motivó, argumentó “motivos personales”. No se explayó más, al rato se levantó de su silla y no volvió a tener contacto con la entidad.

El delito que se le imputa es el de ‘Usurpación de Honor’, que más allá de las cuestiones legales que se pueden disparar, cala muy hondo en el sentir de estos patriotas que lucharon por Malvinas y que luego de esto se vieron defraudados. La novedad ya fue informada a las instituciones públicas y privadas a nivel nacional y provincial, precisaron.

Ramirez llegó a la Agrupación de Veteranos de Guerra 2 de Abril en septiembre del año pasado. Es que si bien es sanjuanino, hace años que vivía en un pueblo de la provincia de Buenos Aires. Luego de un entendimiento inicial, las autoridades le pidieron documentación, dio algunas vueltas, hasta que finalmente dio datos de un VGM, pero no de él, sino los de otro Ramirez, que si participó en Malvinas, en la zona de Pradera de Ganso, uno de los sitios donde se libraron durísimas batallas en las Islas.

Por su carácter y sus contactos, rápidamente se ganó la confianza de sus compañeros, fue activo colaborador de la entidad y hasta participaba de un programa de radio sobre Malvinas. Pero lo que más le llamó la atención a algunos de los veteranos, es que parecía tener conocimiento de hasta el mínimo detalle de cómo fueron los combates en Pradera de Ganso. Dentro de la Agrupación, los excombatientes Andrés Gazzo y César Rubina estuvieron en esa zona y en las charlas jamás sospecharon, porque “parecía que nos tenía estudiados”, reconoció uno de ellos.    

Incluso, en la entrevista que dio a este diario, Ramirez llegó a decir: "Volví en agosto (de 1982) y hasta diciembre mi madre me dejaba la comida detrás de la puerta porque yo no quería salir, hasta que en diciembre una prima me convenció de que saliera y compartiera una cena de Navidad. Fueron tiempos difíciles, duele que todavía sigan preguntando para qué se hizo esa guerra".