‘Jano tiene que estar con su mamá‘. La campaña en la redes consiste en imprimir un cartel con esta leyenda y sacarse una foto para expresar el apoyo a la mamá del niño, Valeria Sainz Moreno.

 

A casi dos meses desde que un niño de 5 años fue impedido por la Justicia de La Matanza de ver a su madre, quien había denunciado a su expareja más de 40 veces por violencia de género, la campaña ‘Jano tiene que estar con su mamá‘ se viraliza en las redes mientras se aguarda que la tenencia sea resuelta por la Cámara de Casación y que el fuero penal dicte sentencia por las agresiones sufridas por la mujer.

La campaña ‘Jano tiene que estar con su mamá‘, consiste en imprimir un cartel con esta leyenda y sacarse una foto para expresar el apoyo a la mamá del niño, Valeria Sainz Moreno (38), quien realizó en los últimos años 42 denuncias contra su ex pareja y papá de Jano, Horacio Javier Otranto.
Télam intentó comunicarse con la mujer, pero la jueza María Petrona Martínez –quien decidió que el chico no podía ver a su mamá– resolvió ahora que Sainz Moreno no podía hablar de Jano con la prensa y le aplicó un ‘bozal legal‘.

Nora Cortiñas, Madre de Plaza de Mayo, Pablo Pimentel, de la APDH y Alika Kinan, referente de la lucha contra la trata, son algunos de los que ya se sumaron a la campaña impulsada en las redes para que Jano pueda estar otra vez con su mamá, a quien no ve desde hace 53 días.

Por las denuncias de violencia, el papá de Jano atravesó un juicio oral acusado de ‘lesiones leves agravadas‘ y varias ‘desobediencias judiciales‘ cuya etapa de alegatos culmina el lunes próximo. 

Paralelamente, Sainz Moreno tenía en el Juzgado de Familia 5 de La Matanza, a cargo de Petrona Martínez, un proceso por ‘comunicación‘ iniciado por la abuela paterna en la que se había regulado un régimen de visitas.

Desde hace 53 días, Jano no puede ver a su mamá y vive con su abuela paterna. En todo este tiempo, sólo estuvo unos minutos con la mamá de Valeria y lo único que sabe de su hijo es por los videos que le mandan otras madres del jardín de infantes.

La primera vez que la abuela paterna fue a la casa de Valeria a ver a Jano, el niño le pidió que se fuera y expresó que no la quería ver ante la presencia del equipo técnico del juzgado de familia. 

Tras este informe, la jueza María Petrona Martínez determinó que el niño estaba siendo víctima de la influencia de su madre y ordenó con una cautelar separarlo de ella, medida que se ejecutó el 10 de mayo cuando la propia magistrada, acompañada de auxiliares de justicia y la policía irrumpió en el jardín al que concurría Jano para llevárselo por la fuerza.

La medida provocó el repudio de todos los sectores protectores de la infancia y de derechos humanos e inmediatamente intervino el Consejo Nacional de las Mujeres quien se presentó en la causa solicitando explicaciones a la jueza, al tiempo que Nora Schullman, del Comité Argentino de Seguimiento y Aplicación de la Convención Internacional de los Derechos del Niño (Casacidn) sostuvo que la acción se realizó ‘sin estar notificada la madre y en un marco de mucha violencia‘, por lo que debieron llevarlo al hospital.

Sainz Moreno había contado entonces que cuando fue a buscar a su hijo al hospital la jueza la sacó ‘a empujones‘, por lo que inició una causa por lesiones que tramita en la Fiscalía General de la Matanza, a cargo de Patricia Ochoa. Además, la jueza Martínez fue denunciada por más de 170 irregularidades en la causa por lo que se le solicitó un jury de enjuiciamiento que se encuentra en trámite en la Secretaría Permanente del Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados y Funcionarios de Buenos Aires.

Tras la apelación de la resolución, la causa que facilitaría la restitución debe pasar ahora a manos de la Cámara de Casación, pero según informaron fuentes allegadas al expediente, la jueza Martínez está ‘haciendo un retardo injustificado de justicia porque no la eleva‘. De ese modo, la resolución tendría que esperar hasta después de la feria judicial.
 

Jujuy, la más peligrosa para la mujer 

Con la tasa de femicidios más alta del país, que triplica a la de la ciudad de Buenos Aires, y seis asesinatos en lo que va del año, Jujuy se convirtió en la provincia donde resulta más peligroso ser mujer y en la que las organizaciones sociales reclaman desde hace una década que se declare la emergencia en violencia sexual y doméstica.

La última estadística de la Corte  Suprema de la Nación ubica a Jujuy en el puesto número uno por su tasa de femicidios, con diez muertes en 2016, una incidencia de 2,68 víctimas fatales cada 100.000 mujeres. A pocos kilómetros, Tucumán mantiene una de las tasas más bajas, de 0,49, mientras que en la ciudad de Buenos Aires el índice quedó en 0,86.

De los tres casos registrados en 2014, Jujuy pasó a diez en 2016 y en lo que va del año ya suman seis las mujeres asesinadas. A Jujuy le siguen Mendoza (2,16) y Chubut (2,01). En términos absolutos, la provincia de Buenos Aires es la que mayor número de casos registra, con 90 femicidios en 2.016. El registro revela que casi la mitad de las víctimas (49%) tenía entre 21 y 40 años.

El problema cobró tal magnitud que el Ejecutivo jujeño impulsó una reforma judicial para crear dos juzgados especializados en violencia de género que comenzarán a funcionar a partir de agosto en las ciudades de San Salvador y San Pedro, los primeros del país que tendrán doble competencia‘, tanto civil como penal, y representan un ‘gran desafío para bajar los índices de femicidios y atender la problemática de manera rápida y eficientemente‘.