En un mano a mano con DIARIO DE CUYO desde San Luis, Eric Lucero, padre de Guadalupe (5), agradeció el apoyo de los sanjuaninos y pidió que los esfuerzos persistan para que aparezca su hija, que hoy cumple 36 días sin tener contacto con su familia. Ayer los rastrillajes continuaron en diferentes puntos de la provincia puntana, pero el paradero de la nena sigue siendo un misterio.

-Ya pasó más de un mes, ¿cómo te sentís? ¿Mantenés las esperanzas?

Es muy difícil vivir todo esto en carne propia, sentir la ausencia de mi hija, no tenerla conmigo. Pero las esperanzas no se pierden nunca, hay que tener fe en que Dios nos va a encaminar para que podamos estar pronto con Guada. La realidad es que hay fuerzas que se pierden pero hay que ser más que fuerte para no decaer. Es difícil, a veces uno pierde las fuerzas pero hay que tener fe en que Dios nos va ayudar.

-Desde San Juan viajaron policías y un civil con perros entrenados. También se pegaron panfletos en las calles. Todo suma, ¿no?

Por supuesto. Estoy muy agradecido con todos los que aportan con lo que pueden. Toda ayuda que sea de buena fe para encontrar a Guada es bienvenida y agradecida. Le pido a la gente de San Juan que cualquier cosa que sepan o que vean rara que se comuniquen con el 911 o al 134. Y que si pueden pegar panfletos o compartir las fotos de Guada que lo hagan. Todo es bienvenido siempre y cuando sea de buena fe. No dejen de ayudarnos con la búsqueda.

-¿En algún momento San Juan estuvo incluida en alguna línea de la investigación?

Se tiene sospechas de que puede haber pasado por un montón de lugares, pero de ahí a algo certero es otra cosa.

-Días atrás declaraste que a Guadalupe la buscabas con vida. ¿Seguís sosteniendo lo mismo?

Sí, la sigo buscando con vida. A mi hija se la llevaron viva y la quiero viva, es una realidad.

-¿Qué es lo que más extrañas de ella?

Todo… verla jugar, verla bailar, verla sonreír, ver su mirada, que te hable… uno extraña todo y mucho. Y a cada rato.

-¿De todas las hipótesis cuál es la que más te convence?

No hay nada certero, por eso no hay nada que me convenza. Voy a sostener lo que vengo sosteniendo desde el día cero: que sólo quiero que sigan buscando a mi hija para que ella aparezca.

-¿Y la posibilidad de una red de trata?

Es una hipótesis pero no es muy fuerte. Pero sí, está.

-¿Te molesta que se hable de un supuesto ajuste narco?

No, no me molesta para nada. Yo soy consciente y estoy tranquilo de que por lo menos del lado mío no tengo nada que esconder. Dejé todo en manos de la Justicia para que investiguen, y como le dije a ellos, tienen las puertas de mi casa abiertas las 24 horas para que hagan allanamientos las veces que quieran. Acá lo único que importa es que aparezca Guadalupe.

-¿Sentís que vas a poder rehacer tu vida en caso de que ella siga sin aparecer?

Es difícil, muy difícil lo que me preguntas. Justamente hace unos días yo mismo me lo preguntaba y la verdad que ni yo me lo supe contestar. Vivo el día a día como se puede, obviamente con las esperanzas puestas en que Guada aparezca, es lo único que me interesa.

-¿Cuál es la parte del día más difícil?

Todo el día, todo el tiempo es difícil, cada hora. Pero uno se pone mal a la noche, cuando se va a acostar. Me pongo a pensar si está bien, si habrá comido, si habrá tomado un té. Es difícil porque la cabeza te trabaja todo el tiempo y a mil por hora. Es una criatura de 5 años… si uno como grande se siente mal, imaginate cómo se debe sentir ella, cómo debe extrañar ella, extrañar a su mamá, a su hermano, a mí, a su familia, a sus abuelos… es difícil.

-¿Soñaste con ella?

Sí… es difícil..

-¿Qué?

Simplemente me guardo el sueño. Lo único que puedo decir que la veo jugando, sonriendo. Antes de que ella desaparezca estuvimos jugando, pintando las paredes de la casa con las manitos de ella, de su hermano, de sus primos. Me quedo con esa imagen.

-¿Qué te gustaría decirle a los captores?

Que me la devuelvan, que no le hagan daño, que Guadalupe tiene que estar con su familia. Uno lo único que quiere es que Guadita esté con nosotros. Les pido por favor que no le hagan daño, que la devuelvan o que la dejen en algún lugar, pero que la devuelvan. Nosotros la necesitamos a ella y ella nos necesita a nosotros.