Un joven de 22 años que  violó en reiteradas ocasiones a su propia sobrina entre los 9 y los 12 años fue condenado en la mañana de hoy a 13 años de prision.

El fiscal Eduardo Mallea ayer había pedido  al juez Maximiliano Blejman que lo condenara a 17 años de cárcel. Leonardo Villalba, defensor del imputado (no mencionado para preservar a la menor) solicitó que sea absuelto por el beneficio de la duda, pues del informe médico se desprendió que la niña no tenía lesiones (el profesional habló de "himen complaciente’) y porque los psicólogos que entrevistaron a su cliente confeccionaron un informe favorable sobre su conducta, dijeron fuentes judiciales.

El caso estalló de la manera más traumática, pues el 1 de diciembre de 2017 la niña tomó las pastillas para la epilepsia de una hermanita y trató de quitarse la vida. Eso le dijo a los médicos de Pocito que la auxiliaron enseguida y luego a los del Hospital Rawson, y en ambos casos sus padres escucharon lo mismo. Su papá incrédulo. Su mamá, totalmente convencida de que los ultrajes habían existido. Eso afirmaron luego los psicólogos que abordaron a la menor.