En el Primer Juzgado de Instrucción ya definieron que indagarán a los principales involucrados en las ventas de dos plazas del Barrio FOEVA. Según fuentes judiciales, entre ellos se encuentra el gremialista Blasco Novaro; Ivana Oliver Balaguer, quien recibió del sindicato los terrenos como pago por la prestación de servicios, y las cinco personas que luego los compraron: Sergio Irimia Cadenas, Adrián y Gabriel Nassimof, Daniel Quiroga y Juan Carlos Lirio. Sólo falta que lleguen algunos expedientes del Registro General Inmobiliario y de Catastro para que se fijen las fechas de los interrogatorios, aunque las fuentes indicaron que se llevarán a cabo en el transcurso del mes.
Así, el juez Benito Ortiz le hará lugar al planteo de las fiscales Ana Lía Larrea y Claudia Salica, quienes habían pedido que indagara a los sospechosos. Bajo la lupa está una de las modalidades de la estafa, el desbaratamiento de derechos acordados. Es que si bien los dos inmuebles del Barrio Foeva con el tiempo se convirtieron en espacios verdes, estaban reservados al municipio de Rivadavia para equipamiento (escuela, centro de salud, comisaría, por ejemplo) y terminaron en manos privadas.
La denuncia la presentó el ministro de Gobierno, Emilio Baistrocchi, luego de hacerse eco del reclamo de los vecinos.
De acuerdo a un acta de 2009, el gremialista Novaro tenía la misión de donar una parte de la plaza llamada "Fracción A" a un centro de jubilados (que se concretó) y la otra al municipio, cosa que no se hizo. Ese espacio verde más el que tiene el nombre de "Fracción C" se entregaron, entre 2014 y 2015, a Ivana Paola Oliver Balaguer a cambio de servicios prestados, equivalentes a casi 270 mil pesos. La mujer a su vez vendió en un millón de pesos el primer inmueble a Irimia Cadenas, Adrián y Gabriel Nassimof y Quiroga. Y el segundo a Lirio en 300 mil pesos.