La combinación de aceleración de la inflación a 6,5%; suba de las tasas de interés para las compras con tarjeta de crédito a más de 80% anual y sostenida contracción del poder de compra de los salarios, determinó una singular disminución del gasto de los hogares.
El fenómeno fue cabalmente captado por la Encuesta de Supermercados y Autoservicios Mayoristas por parte del Indec. En el primer caso, el organismo oficial de estadística acusó una contracción real del volumen de operaciones de 7,9%, mientras que en el segundo, donde los precios unitarios son notablemente más económicos, anotó una merma de 15,4 por ciento.
Al parecer, el severo deterioro del poder adquisitivo de las remuneraciones quitó margen a las familias para comprar volumen de mercadería, y sólo se limitaron a demandar lo estrictamente necesario.
El notable cambio de precios relativos que generó la violenta devaluación del peso en el trimestre mayo a septiembre, no tuvo un efecto inmediato compensador con la llegada de turistas del exterior, en particular desde países limítrofes, al menos en una magnitud suficiente como para contrarrestar el efecto contractivo de la demanda de los residentes.
De ahí que como en el caso de los supermercados, las ventas del conjunto de los shopping relevados por el Indec cerraron septiembre con una caída del 15,1% en el volumen de ventas.
Mientras que el total de venta por parte del conjunto de comercios dedicados a la venta de electrodomésticos y artículos para el hogar, la Encuesta del Indec estimó una baja nominal de la facturación de 1,8%, pese a que en los últimos 12 meses el promedio de precios de la economía subió poco más de 39%, equivale a un receso promedio de 30% en unidades de producto.
Según datos de la industria, la retracción en las cantidades despachadas se redujo a la mínima expresión en septiembre, menos del 5% de la capacidad de producción en lo que respecta a la línea blanca, y también marrón, como el de los televisores, en tanto en el resto de los rubros el receso se estimó entre 40% y 50% de los valores considerados normales para ese período.
Bajo impacto de las compras online y también con tarjeta de crédito
La estadística ampliada del Indec de ventas en los supermercados y autoservicios mayoristas dio cuenta de que en septiembre se mantuvo en niveles mínimos las operaciones concretadas a través de internet: representó 1,5% en el primer caso y menos de 0,5% en el segundo.
También persistieron con baja incidencia las operaciones pactadas con el uso de tarjeta de crédito: un tercio del total en los supermercados y poco más del 16% en los mayoristas.
Las expectativas en el sector mercantil indican que el receso comercial se extenderá hasta el cierre del año, cuando se espera que la desaceleración de la inflación y la baja de las tasas de interés comiencen a estar acompañadas con alguna recuperación de los salarios y de las jubilaciones, en particular en las franjas de consumos masivos imprescindibles, como alimentos, bebidas y algunos textiles.
Fuente: Infobae