Confirmando lo que ya era una expectativa de varias consultoras privadas, el Indec informó que durante el segundo trimestre de 2018 la economía cayó un 4,2%, luego de un aumento del 3,9% en el trimestre previo.
El dato concentra un período de abril-mayo en el que la corrida cambiaria de 44% cambió todas las expectativas y planes oficiales, por su impacto inmediato sobre la inflación y el declive del consumo.
Se esperaba que el mayor impacto a la baja de la generación de riqueza por parte del conjunto de la economía se vea en el segundo y tercer trimestre, por el fuerte impacto de la peor sequía en 50 años sobre la producción del agro y de las actividades conexas.
El Indec estimó que el PBI quebró un ciclo de 7 trimestres consecutivos de aumento respecto de los 3 meses precedentes, corregidos por estacionalidad, al contraerse 4%. El anterior ciclo "largo" de reactivación se observó entre el tercer trimestre de 2009 y el cuarto de 2011, cuando se impuso el cepo cambiario.
"La evolución macroeconómica del segundo trimestre de 2018 determinó, de acuerdo con las estimaciones provisorias, una variación en la oferta global, medida a precios de 2004, de una caída de 2,8% con respecto a igual período del año anterior", al atenuar la contracción del PBI el aumento de 2,7% en las importaciones de bienes y servicios reales.
Del lado de la demanda, los factores contractivos fueron las exportaciones 7,5%, por la menor oferta del agro; y el ajuste del consumo del sector público 2,1%. Por el contrario, se mantuvieron con signo positivo el consumo privado 0,3% y la formación bruta de capital fijo.